3 de mayo de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 11 DE MAYO. ESPECIAL VESTIDOS EN LA BODA DE WILLIAM Y KATE

El ¡Hola! especial sobre la boda de William y Kate nos ha costado un poco porque es para analizarlo con tiempo y paciencia. ¡La de cosas que hay que ver! Dejando de lado a la novia, correcta, aunque con un velo y una cola excesivamente cortos para nuestro gusto, hemos decidido hacer un par de listas con los modelos más y menos acertados de entre todos los que hemos visto en las invitadas más destacadas tanto en la cena previa a la boda como en la boda en sí. Aquí os las dejamos: 

En la cena previa:

Muy bien



  • Zara Phillips, con un strapless negro, un moño Kelly francamente perfecto y pendientes pequeños de brillantes. Menos es más. Ideal.
  • Tatiana de Grecia le ganó la batalla a su cuñada Marie-Chantal. Con un  palabra de honor de escote corazón con fruncidos hasta por debajo  del pecho, en  color azul oscuro, una orquídea rosa adornando un recogido bajo y un collar que le colgaba por la espalda hasta casi la cintura (de última moda). Un diez.
  • Princesa Michael de Kent, con un precioso vestido en color chocolate con chal a juego de doble faz en chocolate y color caramelo. Peinado de inspiración griega con trenza a modo de diadema. Espectacular.
  • Charlene Wittstock, con vestido gris perla con falda sirena cuajada de pétalos en diagonal de Akris. Elegante y sobria en cuanto a color pero atrevida en la forma. Nos gusta su estilo.
  • Victoria de Suecia, llamativa. Con un Escada rojo, con drapeado desde la cintura hasta el hombro y un moño lateral, chignon, que le suavizaba los rasgos.

Correcto pero sin emoción



  • La Princesa Letizia con un bonito vestido de Varela, especialmente favorecedora la falda, todo en color violeta. El problema es que el strapless con leve forma de corazón dejaba sus puntos más débiles, y más delgados, al descubierto. Con los brazos y la espalda cubiertos hubiera estado mucho más acertada.
  • Beatriz, hija de Andrés de Inglaterra, escogió un vestido drapeado hasta la cadera y estilo sirena la falda, en blanco rosado y strass plata que era llamativo y le sentaba bien, pero era más apropiado para una alfombra roja de un festival de cine.
  • Marie-Chantal Miller, que eligió el nude, se puso alguno años encima. El vestido con drapeado central en forma de nudo y la falda larga ligeramente evasée, era para alguien de más edad aunque hay que reconocer que era elegante. Los pendientes de aro le daban un aire un poquito más juvenil, pero aún así no acababa de brillar.
  • Matilde de Bélgica con un vestido naranja en raso de seda bastante soso y que no decía nada. Además, le quedaba ligeramente corto y dejaba ver unas sandalias a tono demasiado grandes.

Erróneo



  • Sophie Rhys-Jones, esposa de Eduardo de Inglaterra optó por el rojo, pero el vestido era un tanto extraño, con unos pliegues horizontales rígidos y de gran tamaño a la altura del pecho que recordaban a la época Gaultier de Madonna. Inapropiado.
  • Eugenia, hija de Andrés de Inglaterra, se puso un vestido negro ¡con polisón! Le daba un aspecto gótico extraño y recordaba a Helena Bonham-Carter en sus peores apariciones en la alfombra roja.

En la boda:

Muy bien



  • Carole Middelton sabía que iba a ser objeto de críticas y cuidó mucho su atuendo. El color azul aguamarina fue un acierto porque dulcificaba sus rasgos. Tanto la pamela como el abrigo de crepé de lana de líneas claras y limpias se merecen un sobresaliente, aunque el pelo suelto la deja en un notable alto. Hubiera sido mucho mejor un recogido bajo.
  • Míriam Clegg, Muy llamativa con un vestido de Miguel Palacios de base crema forrada de plumetti de tul negro y drapeado al hombro. El tocado era arriesgado, pero acertó: turbante negro con una gran flor color coral. Muy estilosa.
  • Zara Philipps, que en todas las encuestas de elegantes ha pasado desapercibida y que merece una notable posición. Espectacular el tocado en forma de disco trenzado en gris plata y flores negras y muy, muy correcto el abrigo cuello Mao con gran lazo a la espalda.
  • Marie-Chantal Miller, que estuvo acertadísima con un Chanel alta costura en lavanda, bordado de pedrería ligera desde los hombros hasta las mangas. El tocado, parecido al de Zara Phillips, en forma de disco y con adorno floral, espectacular. Pocas veces defrauda.
  • Máxima Zorreguieta, de encaje nude de Valentino con un escote barco muy favorecedor y un tocado tipo turbante original y discreto. A pesar de que el color era difícil de llevar, estaba muy, muy acertada.
  • Victoria de Suecia, una de las revelaciones de la boda. Últimamente está modernizando su estilo y está saliendo airosa. Escogió un fourreau corto color coral, el color de moda en las celebraciones esta temporada, con un drapeado central y pamela a tono. Y además marcaba tipazo. Un lujo.
  • Princesa Michael de Kent con un vestido de gasa evasée en azul acero y chaqueta de raso a tono y una espectacular pamela en tono crudo con un fantástico lazo a tono. La gargantilla de perlas XXL de dos vueltas fue el complemento perfecto. Toda una señora.
  • Victoria Beckham que destacó por su soberbio tocado en azul oscuro de líneas verticales y por los Louboutin a tono. El vestido, quizá tenía líneas excesivamente rectas y tenía un largo poco favorecedor (a media pantorrilla), aunque compensaba las redondeces del embarazo. Muy acertada.

Correcto pero sin emoción


  • Camilla Parker-Bowles nos ha sorprendido por su elegancia, especialmente por el tocado. El abrigo en degradé del azul al rosa es lo que impide que suba a la posición de las que iban muy bien. Nos gusta y, además, nos cae cada vez más simpática.
  • Sophie Rhys-Jones acertó con el color, maquillaje, y con el diseño de Bruce Oldfield con mangas y cinturón bordados, a juego con el clutch. Pero el tocado era demasiado aparatoso y recordaba un poco a un ave. No convenció del todo.
  • La princesa Letizia estaba correcta, no hay duda. El vestido rosa terracota era discreto aunque elaborado. Falló el tocado. Demasiado redondeado para su estilizada figura y recordaba un poco a un hongo.
  • Charlene Wittsstock estuvo, creemos, demasiado sobria. El abrigo de Akris gris perla no disimulaba sus hombros anchos y los zapatos nude eran excesivamente sencillos. La pamela, poco llamativa y con líneas demasiado horizontales, no potenciaba su altura.
  • Pippa Middelton, que aunque mucho se ha hablado de lo fantástica que estaba, no acabamos de entender muy bien porqué. Creemos que porque su vestido blanco era mucho más llamativo que el de la novia, pero no hay porqué pasarse y colocarla la primera en la lista de las elegantes. Estaba guapísima, eso es indudable, pero el vestido tampoco era para tanto.

Erróneo



  • Princesa Ana de Inglaterra, con un abrigo de fondo verde manzana y floripondios en violeta con un cuello picudo nada favorecedor. Y el tocado con una única flor en el centro de la cabeza, inexplicable.
  • Eugenia, hija de Andrés de Inglaterra, con cuerpo y falda en azules de Vivianne Westwood que daban un poco de miedo. La falda imposible, rígida y más corta por delante que por detrás, en azul eléctrico y un tocado tricolor azul, lila y blanco que parecía un penacho de los que se ponen a los caballos para los desfiles militares. Muy raro.
  • Beatriz, hija de Andrés de Inlgaterra. El vestido-abrigo de Valentino era correcto y en uno de los colores de moda, el nude, pero todo el conjunto quedó eclipsado por su horrible tocado. Parecía una cornucopia. Como un ciervo iba la pobre, un desastre.
  • Princesa Matilde de Bélgica, con un dos piezas azul con un  cierre en lazada demasiado grande que le hacía mucho pecho. La falda acababa en godets y le hacía las pantorrillas  rechonchas. La pamela con un adorno en forma de corazón en lila tampoco era especialmente elegante. La pobre no atinó.
  • Samantha Cameron, resultó pobre con su atuendo. Su vestido verde esmeralde de Burberry era soso y no comprendemos porqué lo combinó con unas enormes sandalias nude y un chal color coral. Un despropósito. Con la cabeza sin cubrir y, lo que es peor, parecía que sin peinar…

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