Parecía que esta primavera-verano 2013 no íbamos a
salirnos del manido blanco y negro. Pero a medida que empieza a llegar el sol
tras el invierno, los colores aparecen tímidamente en los escaparates. El
pionero fue el amarillo, en todas sus variantes, desde el amarillo sorbete de
limón hasta el llamativo mostaza, que se dejó ver en muchas de las colecciones
crucero de los grandes diseñadores. Después de él, otros colores se han
atrevido a competir por ser el color de la temporada, aunque ninguno destaca
especialmente, y ahora… ¡hay una cruenta guerra abierta entre dos bandos de
colores!
Los colores fuertes (los que formaron parte de la
tendencia color block de la temporada primavera-verano el año pasado) pelean a
muerte contra los colores suaves por erigirse en colores de la temporada.
¿Quiénes forman los bandos de esta guerra de colores? ¡Pues
los mismos colores pero en gamas diferentes! Verdes, azules, naranjas y
amarillos.
En el lado color block, entre los miembros del bando de
los colores fuertes, nos encontramos con
el verde esmeralda, el naranja coral, el amarillo limón y el azul turquesa.
Siempre en total look, nunca combinados entre sí y con complementos en colores
neutros (blanco, negro y nude).
Y, en el otro lado, entre los miembros del bando de los
colores suaves, nos encontramos con el verde sorbete de menta, el naranja
salmón, el amarillo pastel y el azul bebé. Combinados entre sí, complementos
incluidos, solos o combinados con blanco.
Y tú ¿de qué bando eres, colores fuertes o colores
suaves? La batalla será larga y terrible…o no…