Después de haber pasado todo el invierno embutidos en calcetines y medias, llega el momento de dejar que a los piececillos les de el aire. Y con las piernas blancuzcas (de no ver el sol) toca ponerse faldas cortas y vaporosos vestidos. Y como la operación bikini está en marcha, que no finalizada, pues con la mini nueva, las sandalias planas, los kilos de más y la piel blancucha o amarillenta, en cuanto te miras en el espejo te dan ganas de llorar o de volverte a esconder dentro del abrigo aunque te achicharres. Y si, para arreglarlo, te pones unas sandalias de taconazo, intentando compensar la anchura de los kilillos de más con la altura que te da el tacón, el resultado es que llegas a casa con los pies hinchados y llenos de ampollas porque tus pobres pies no tienen la culpa de tus excesos (y sigues teniendo los kilillos de más, que eso no se va así como así).
No obstante, de vez en cuando, los gurús de la moda (que también tienen corazón) se apiadan de nosotras, y de nuestros pies, y deciden regalarnos alguna tendencia para que pasemos del invierno al verano sin tener que poner los deditos a remojo en agua fría todas las noches.
Calzado cómodo y práctico y, a la vez, estiloso. Para que podamos sobrevivir al cambio de armario. Este año, nuestros aliados van a ser los zapatos Oxford y los zuecos. Aquí os dejamos unas ideas para combinarlos mientras nos felicitamos por este nuevo descubrimiento y pedimos un aplauso y una ola para los cool hunter que han “cazado” estas tendencias:
ZUECOS:
También llamados “Clogs”, son una muy buena idea aunque hay que ensayar un poco para caminar bien con ellos. Eso sí, una vez te acostumbres a ellos…¡no te los quitarás! Destierra la idea del zueco blanco y transpirable de las enfermeras o de los Crocks de colorines para ir a la playa. Los zuecos de esta temporada son femeninos e incluso llevan tacón. Siempre en piel lisa o grabada, y a veces ribeteados con tachuelas, y con una inconfundible suela de madera. Incluso hay híbridos que son medio zueco y medio sandalia. Las gamas de colores de tendencia, eso sí, son poco variadas: marrón chocolate, caramelo, champagne y negro. Los colores clásicos tienen la ventaja de que van con cualquier otro color. Los zuecos combinan bien con faldas largas floreadas o lisas y con pitillos, en general. Para las más atrevidas y con piernas largas, con mini-shorts denim. Y las moderadamente atrevidas, que no se atreven a mirar los shorts más que de reojo, con piratas denim. Nunca con pantalones anchos ni faldas lápiz.
ZAPATOS OXFORD:
Son los zapatos masculinos clásicos, pero en clave femenina, más ligeros. Planos, de punta redondeada y de cordones. Los hay de muchos materiales (tela, arpillera, antelina…) y de muchos colores, aunque predominan las gamas suaves tipo colores empolvados (rosa palo, gris claro, blanco tiza…) Son la salvación para un look de mañana o de tarde. Combinan bien con trajes masculinos de pantalón y en colores neutros, especialmente para las que tienen más curvas o gemelos muy desarrollados. Los pantalones, mejor rectos o anchos, porque este calzado con pitillos queda un poco extraño (si tu pie es grande, a veces parece que llevas zapatotes como los payasos de circo). Y, para las más delgadas, con un vestido vaporoso o con falda larga en un color llamativo (pero liso, sin estampados) y con una sencilla camiseta blanca ajustada, se consigue un outfit muy chic.
con los oxford me atrevo porque ademas de ya tenerlos son planitos, en cuanto a los zuecos, madre del amor hermoso para llevar eso...yo y los tacones
ResponderEliminarDe verdad que los zuecos son cómodos, Alicia. ¡Prueba con unos de tacón más bajito que el del dibujo y verás como te gustan!
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