El ¡Hola! de esta semana
trae en portada una de esas exclusivas que no aportan mucho estéticamente: el
primer posado de Isabel Sartorius con su hija. El reportaje es una mezcla del
clásico reportaje de casas bonitas (la de Cecilia, hermana de Isabel, en
Argentina) con el clásico reportaje cuidadísimo de un personaje conocido. En
cuanto a estética, lo mejor, para variar, el reportaje final de moda para
invitadas a bodas de día que realiza nuestra Naty Abascal (y que comentaremos
al final de este post). Por lo demás, mucha Familia Real española (sin
comentarios, política de TheVicBridgeWorld), el jubileo de SM Isabel II, y
algunos más o menos acertados estilismos de calle de nuestras famosas. Así
pues, allá va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:
Nuestra primera flecha
verde es para una mujer de personalísimo estilo que nos gusta y nos horroriza
en función del día: Laura Ponte. Esta vez nos ha encantado, en la presentación
de un libro con fines benéficos, con su estilo boho-chic: pantalón pijama de
flores liberty en naranja, rojo y amarillo, camisa de estilo lánguido en color
granate con puños rojos, blazer corto y negro sin botones y bailarinas rojo
coral. Muy informal y muy estilosa (pág. 16).
En cambio, una de nuestras
favoritas, por su mejora continuada en cuestiones de estilo, Margarita Vargas,
nos ha dejado un poco frías. En la misma presentación del libro lució un
vestido verde de cuerpo abullonado y minifalda “bondage” (apretada como si
fuera un vendaje), salones de plataforma inmensa y cinturón en nude y un
bolsito enano y cuadradito dorado mate. El conjunto era acertado, pero iba
demasiado “puesta” para la ocasión (pág. 17-18). Es flecha amarilla.
Y, ¡Oh, sorpresa!, en la
misma presentación, una mujer que habitualmente no atina, nos ha dejado con la
boca abierta con un perfecto look de tendencia de lo más apropiado. Alejandra
Rojas lució una falda plisada rosa palo a la rodilla, con una vaporosa camisa
blanca de corte clásico y un bolso de patchwork con animal print de cebra.
Romántico, favorecedor y de completa actualidad (pág. 18). De aplauso.
SM la Reina Isabel II
tiene un estilo clasicón y particular que no es copiable pero lo que no puede
negarse es que siempre va conjuntadísima y correctísima. Eso no implica que nos
guste lo que se pone y que nos lo podamos poner nosotras (ni nuestras madres,
ni nuestras abuelas…). Para ver un espectáculo naval, optó por vestido y abrigo
coordinados en blanco, con topitos bordados, con cristales de swaroski, con
sombrero tudor (que más bien parecía una lámpara de papel espachurrada de Ikea
y chalecito a juego (pág. 25). No se nos ocurriría comprar nada parecido pero
ella es ella y lo que lleva hasta le queda bien. Flecha amarilla y muchas
felicidades.
La que sí luce un estilo
copiable y cada vez más definido es Kate Middelton: su vestido rojo de
Alexander McQueen con escote barco, manga larga, peplum a la cintura (una
sobretela) y falda plisada por la rodilla era soberbio. Y encima el tocado ladeado
con flores, también rojo, de Sylvia Fletcher, le sentaba de miedo (pág. 26-27).
Ideal.
A veces los detalles más
tontos estropean una buena foto. Camilla Parker Bowles estaba correctísima en
su estilismo en el jubileo: vestido y abrigo coordinados en color crema,
tocado, clutch y guantes a tono y salones camel. Pero a la pobre le dieron (o
cogió de algún armario de su palacio) un paraguas de plexi transparentes con
ribetes en negro que era de lo más informal y que no pegaba ni con cola con la
estética del jubileo. La suspendemos, pero sólo por el paraguas (pág. 28).
Estamos de enhorabuena.
Las modelos internacionales, sin maquillar, sin peinar y recién salidas de
casa, tienen el mismo aspecto desaliñado y poco atractivo que todas nosotras.
¿Un ejemplo? Eugenia Silva de paseo con su perrito y su novio con un moño despeluchado,
con ojeras y cara de pena, con pantalones capri color caca de oca y una
camiseta con mensaje a medio remeter por el pantalón. Es flecha roja porque
está terrible, pero debería ser flecha verde porque nos da esperanzas de
arreglarnos y ser como ella (pág. 44).
Esta es la semana de las
sorpresas. Mujeres que no se caracterizan por su estilazo nos están dejando
patidifusas. Es el caso de Genoveva Casanova, con un look callejero
estilosísimo y fácil de copiar: pantalones pata de elefante color tarongine,
camiseta básica blanca, foulard estampado en paisley en tonos naranjas y
sandalias de cuña. Nos ha encantado (pág. 46).
En la presentación de
joyas de Piaget, el look imperante de las famosas fue muy años cincuenta. La
verdad es que algunas estaban muy favorecidas. Es el caso de Anne Igartiburu
con un vestido rosa palo con rosas bordadas de escote en uve y falda rígida de
vuelo, o Soraya Arnelas, con un ceñido vestido de paillette azul tiza con
cuello camisero redondo, manga larga y falda lápiz, muy Doris Day (pág. 48).
Daba gusto verlas.
Estar flaca como un palo
no es sinónimo de belleza. Y eso de que si estás delgada puedes permitirte ir
ceñida no es cierto. La foto de Ana Escribano (que parece un insecto palo) con
un vestido naranja corto y de enorme escote en uve que destaca su esternón, sus
costillas y sus piernecillas como palillos demuestra nuestras teorías
anteriores (pág. 50). Daba pena (y ganas de regalarle un buen bocadillo de
jamón).
De todo el reportaje de
Isabel Sartorius, destaca por su elegancia su hermana Cecilia Sartorius. El look de
Cecilia con vaqueros oscuros de pata de elefante, botas plana de montar y
camisola verde musgo no le quedaría bien a cualquiera (pág. 61). Y a ella le
sienta estupendamente.
Hay que comprarse cosas de
la talla de una. Vale que ir muy cómoda es lo mejor, pero a veces sienta mal. A
Keira Knightley le hace un tipo rarísimo su falda tejana. Además de ser
abullonada y de llevar bolsillos de plastón a los lados de la cadera, le queda
inmensa y le hace los muslos gordos (¡a ella que es delgadísima!) y el trasero
plano. Muy poco favorecedor (pág. 76).
Otra vez la manía de los
looks ibicencos combinados con botas de montar. Ya lo comentamos la semana
pasada. Esta semana Raquel Perera, flamante mujer de Alejandro Sanz, se fue de
concierto con unos preciosos shorts blancos de puntillas y una camisola blanca
de gasa. Hasta ahí fantástica. Pero se calzó unas botas de cowgirl negras y
azules que dejaban ver sus calcetines al andar. Queda feísimo aunque no suspende porque con otro calzado el look habría sido perfecto (pág. 81).
Mucho mejor Marta Sánchez,
con vestido mini en vaporoso tejido rosa palo con botines tendencia: a media
pierna, atados y con los deditos al aire. Sin calcetines, que para eso estamos
ya casi en verano (pág. 83).
¿Quién engañó a Chenoa?
¿Quién le dijo a la pobre que su vestido era lo más de lo más? ¡Hay que detener
al estilista que se lo dijo! Un vestido plisado con rayas verticales tie-dye
(degradadas) de colores que recordaban a la bandera del orgullo gay. Y con un
agujero en la tripa…(pág. 83). Terrorífico.
No sabemos si nos gusta o
no. Hablamos de la túnica de Mary de Dinamarca en la gala de WWF Dinamarca. La
túnica de enormes flores en azul pan-am, rojo, verde, fucsia y azul tiza, de
escote barco y mangas largas y amplias era original y extraña. Como no nos
decidimos sobre si es un acierto o un desatino, le ponemos flecha amarilla
(pág. 86).
¡Ha vuelto! Hizo su
primera aparición social hace unos días y estaba correcta pero sin emoción.
Esta vez estaba espléndida. Isabel Preysler se lució en la gala de Mango con un
vestido de Jorge Vázquez, negro, con
palabra de honor delantero y gasa negra con aplicaciones de pedrería
cubriendo escote, mangas y ¡espalda! Pocas como ella pueden lucir esa espalda
(pág. 99). Impresionante.
También elegantísima y con
un punto hindú, Laura Ponte (esta semana gana por goleada). Pitillos rojos y
túnica naranja con bordados en oro viejo en los hombros, sandalias de tiras en dorado,
clutch cuadrad, rígido y dorado ¡y mantón de manila estampado en colores sobre
fondo rojo sangre! Un mix que es un triunfo y que cualquiera se podría poner
(pág. 101).
¿Las más educadas? Pues
Anne Igartiburu, Nuria Roca y Carla Royo-Vilanova, que en la gala de Mango
lucieron diseños de Mango haciendo honor al anfitrión. Eso nos permite pensar
que podemos vestirnos como ellas. ¿La mejor de las tres? Pues Nuria, con un
pantalón estampado de flores en verde, blanco y violeta, una camisa vaporosa
blanca de manga tres cuartos y sandalias doradas (pág. 103).
Y dejamos para el final lo
mejor: el reportaje de Naty Abascal. Las modelos son desconocidas pero las
fotos parecen sacadas de una película, son frescas y divertidas y muestran
estilismos a tener en cuenta si tienes que asistir próximamente a una boda como
invitada. ¿Las claves? Colores vivos contrastados (verde mar y rosa, pistacho y
violeta, rojo y nude), estampados florales atrevidos, tocados llamativos,
sandalias sin plataforma de tiras tipo años cincuenta, faldas cortas y con
ligero vuelo y bolsos de mano pequeños y coloristas (pág. 104-108). Si tienes
una boda a la que asistir y no sabes qué ponerte, este reportaje será tu
inspiración, seguro.
PD: La semana pasada nos
gustó un bolso de croché con asas de cuero que lució Olivia Palermo. Esta
semana lo repite con otro look y ya sabemos que es el bolso 24 heures, de
Gerard Darel.
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