11 de mayo de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA DE ESTA SEMANA, 16 DE MAYO



Esta semana el ¡Hola! tiene menos ideas de estilo de las que nos encontramos normalmente. Eso pasa cuando hay reportajes monográficos llenitos de imágenes de archivo, como la biografía por capítulos de Adriana Abascal  (¡15 páginas!) o las bodas de oro de SM los Reyes de España (¡23 páginas!). Es curioso recordar el pasado y ver moda de haces unos años, pero para lo que nosotros necesitamos (tendencias y más tendencias), pues no es muy útil… En fin, que a pesar de semejante dispendio de páginas en reportajes sin moda, alguna cosa se ha podido aprovechar y aquí os dejamos lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:



La primera imagen cuyo comentario no hemos podido reprimir esta semana es una que se merece un gran ¡Aaaaaaaaarrrrgggggggg!. Ana Togores, actual mujer del padre de la Princesa Letizia, nos ha dejado anonadadas con su estilismo de tarde: abrigo corto dos tallas más pequeñas de la necesaria (marcando lorzas), color gris marengo y con un  megacuello abullonado y un cinturón como de albornoz, medias negras demasiado finas que dejan ver más imperfecciones de las deseadas, botines negros cortos que encogen las piernas, un pañuelo de seda estampado en negro y gris anudado al cuello y un terrorífico pseudo Borsalino  negro con una ¡cinta blanca! (pág. 22). El estilismo es  una mezcla entre un gánster secuaz de Al Capone y una figurante de la peli “Los intocables de Elliot Ness”. Tremendo, el estilismo es tremendo…tremendo…

Otra que tampoco se luce es Eugenia Martínez de Irujo acompañando a su madre en su viaje a Turquía. Vale que cuando te vas de viaje no siempre puedes ir impecable. Pero ir por la vida con dos camisetas, una encima de otra y por encima un jersey, cuyos bajos están llenos de agujeros, no se justifica ni aunque te hayan perdido las maletas en el aeropuerto (pág. 28). Entre el estilo hippy y lo cutre hay una delgada línea que no debe traspasarse. Y es una pena, porque Eugenia lleva un corte de pelo impecable y está muy guapa últimamente.

Las camisas verde militar, cuanto más arrugadas mejor, descoloridas y con detalles como pequeñas banderas o galones están de plena actualidad tanto para hombre como para mujer. Se llevan como si fueran guardapolvos o sobrecamisas. Fieles seguidores de las últimas tendencias han sido fotografiados esta semana con este tipo de camisa. Por ejemplo, el Duque consorte de Alba, Alfonso Díez, que acostumbra a ir impecable, la combina con una camisa azul claro de sport, unos dockers grises y unos náuticos (pág. 29). Y una de nuestras musas de estilo, Paula Echevarría, nos da una lección de outfit urbano llevando su camisa militar sobre una camiseta básica blanca, con jeans pitillo y bolso y botines en camel (pág. 42). Habrá que rastrear mercadillos para agenciarse una camisa militar como las que lucen ellos.

¡Qué bien! Un vestido de novia que se merece un aplauso. Hablamos del vestido de Isabela, hija del ministro de Defensa español, Pedro Morenés. Diseñado por Navascués, no se puede ser más bonito y más sencillo. De crepe de seda, con cuerpo entallado,  cuello caja y manga larga, con brazos, escote y espalda con ligera y discreta transparencia y una espectacular falda con sobrecapa y cola media que recordaba a un polisón. Y encima, la novia lucía peinado tendencia (recogido trenzado), velo sencillo de tul y un discretísimo pero elegantísimo ramo (pág. 35). Con diferencia, de las mejores novias que hemos visto desde que empezamos a comentar las fotos de ¡Hola!.

Pero no todo es alegría. Una de las invitadas de la boda llamó la atención por su estilismo “raruno”. La ex ministra Isabel Tocino dejó al personal a cuadros con su modelito: un vestido de largo a la pantorrilla color gris topo con encaje, plumetti y flores de tela nada favorecedor. Pero lo peor fueron los complementos: bonete con redecilla y flor color berenjena, un mantón de manila hecho abrigo en una especie de terciopelo con fondo granate y unos peep toe ¡fucsia! Un color tan alegre como el fucsia, no es combinable con colores tan invernales como el berenjena, el granate y el gris topo. A pesar de que Isabel guarda aún belleza y tipazo, en este caso estuvo desacertada (pág. 35).

Como dice la redactora, y estamos de acuerdo con ella, Sara Carbonero marca estilo en la calle. Que se lo digan a Malena Costa (pág. 37) que pasea por Madrid como un clon de Sara. Melena ligeramente ondulada, pitillos negros y botas cowboy (todo estilo Sara), camiseta básica gris, cazadora corta y ceñida y maxibolso de Vuitton colgado del brazo. ¡Ah! Y gafas de sol de aviador. La verdad es que aunque Sara sea la ideóloga del look, a Malena también le sienta bien. ¡Ahora sólo nos falta copiarlo a nosotras!

Si tienes un bautizo o una comunión esta primavera, ya tenemos un ejemplo de outfit que puedes llevar. Tienes que copiar el look de Andrea Molina, hija de Lydia Bosch, en la comunión de sus hermanos: melena al viento, vaporosa y lánguida falda larga rosa palo, vaporosa y lánguida camisa blanca de manga corta y japonesa, fajín nude y peep toe nude, y chal blanco. Sobraba el bolso negro, pero como el resto del estilismo es impecable, no nos cabe más que darle un excelente y ponerle una flecha verde como una casa de grande (pág. 41).

En cambio, en la siguiente boda o comunión a la que asistas, no debes copiar el estilismo de Arantxa del Sol. Hay que ser respetuoso y tener el debido decoro cuando acudes a una Iglesia. Igual que cuando vas a una mezquita te cubres  y te descalzas, cuando vas a una Iglesia no debes ir excesivamente corta y escotada. Arantxa lució un vestido amarillo con una falda escasísima y un gran escote en uve que no era apropiado. ¡Y el abrigo  negro que la cubría era igual de corto! No es que no estuviera guapa, que lo estaba, es que iba incorrecta (pág. 43).

A veces unos malos zapatos estropean una buena imagen. Gloria Camila, la hija de Rocío Jurado y Ortega Cano, está aprendiendo a vestirse y apunta maneras. Pero comete errores de bulto y eso se paga con flecha amarilla en este blog. Su idea de look para ir a un homenaje a su madre era acertada: pitillos negros, cuerpo blanco y liso en tejido delicado con escote caja y americana corta en nude. Y para darle un aire juvienil, unos colgantes con un cordón. Pero esos enormes zapatones de punta redondeada con tachuelas y lazos de raso no se los debía ni de haber comprado… (pág. 44). 

¡Qué disgusto! Con lo que nos gusta Eva González, va y esta semana nos defrauda con un conjunto horrible que no nos lo pondríamos ni en nuestras peores pesadillas: leggings negros, feos botines cortos de tacón gordo, camisola gris oscura, chaqueta negra demasiado grande con flecos en los brazos a lo Sioux y un bolso azul turquesa que nos recordaba a una enorme bolsa de basura, tanto por el color como por el tamaño (pág. 49). La perdonamos porque cualquiera tiene un mal día, pero es flecha roja.

Una cosa es tener frío y abrigarse y otra cosa muy distinta es tener frío y salir de casa con una manta. Porque el inmenso chaleco-poncho de lana de doble faz (blanco y piedra) que lució la  Princesa Charlene de Mónaco en Oporto podría pasar tranquilamente por una manta de sofá a la que le han hecho dos cortes para pasar los brazos. Como manta, preciosa, como chaleco-poncho, ya no tanto… (pág. 56).

Una de las tendencias de belleza de esta temporada es la de los esmaltes de uñas de colores flúor o de colores pastel. Adriana Abascal, siempre intentando ir a la última, luce uñas azul pastel (verde agua según la luz) en las fotos actuales que muestra en el reportaje en el que cuenta sus memorias. Son femeninas y alegres para el día a día, aunque no para ceremonias ni para mujeres con estilos muy clásicos. Pero a Adriana le sientan bien (pág. 58-64). Flecha verde.

Haber sido una topmodel implica tener que haber desarrollado el sentido del gusto, aunque sólo sea por estar cerca de los grandes diseñadores y sus ideas. Muestra de ello es Linda Evangelista. En el juzgado, lució una sobria y chic combinación cuerpo blanco de croché, falda blanca lápiz a la rodilla, bolso chanel y zapatos de salón color mantequilla y una chaqueta corta de doble faz en azul tinta y blanco. ¡Ah! Y gafas de sol Wayfarer de concha en azul tinta y gris. Impoluta. Un diez (pág. 74).

Las hijas menores de Isabel Preysler, Tamara y Ana, son el vivo ejemplo de que cuando tienes a una gurú de estilo en casa (y encima es tu madre), es bastante difícil que te equivoques con lo que te pones. Con dos estilos muy diferentes con una nota común, ambas hermanas fueron al concierto de Enrique Iglesias. Ana con vestido camiseta de raso negra y shorts negros, con medias negras, botines negros de tacón con aire militar y una cazadora perfecto color marrón claro. Tamara se decantó por unos pantalones naranja coral, cuerpo blanco vaporoso y asimétrico (ya se lo vimos la semana pasada), unos impresionantes zapatos peep toe crema con tacón y plataforma en naranja coral, y suela en dorado, y otra cazadora perfecto, pero esta vez color butano (pág. 83). El estilo de Ana nos gusta porque es más rockero, pero gana Tamara por goleada, mucho más elegante.

Hay mezclas de estampados que no tienen mucho sentido y que  no convencen. Por ejemplo, la mezcla de foulard negro con calaveras blancas y bailarinas estampadas en animal print de leopardo que luce Nieves Álvarez por Nueva York (pág. 116). De repente, al verla, nos hemos puesto a pensar que el leopardo se ha comido a varios indígenas y que sus calaveras se han estampado en el foulard de Nieves… Una paranoia como cualquier otra.

Otra vez vemos en ¡Hola! un publirreportaje de moda para asistentes a bodas. Si hace unas semanas fue la línea de fiesta de Pronovias, esta semana es la línea Two de Rosa Clará. A destacar, lo guapa que es Romina Belluscio y lo impresionante que es el vestido de estampado floral y paisley en verdes, naranjas, rosas y lilas, de escote corazón, cortado bajo el pecho y con larga falda de vuelo combinado con dos enormes rosas rojas en el pelo (pág. 120).


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