Esta semana el ¡Hola! ha tardado un par de días más en salir de lo habitual. Normal, se ha casado la Duquesa de Alba a sus ochenta y cinco primaveras y eso ha sido un hecho histórico que había que contar. Un montón de páginas dedicadas al enlace y un reportaje con las memorias de la Duquesa y un repasito a sus impresionantes joyas que nos ha dejado con ganas de ser princesas o, en este caso, Duquesas. Además, la reaparición de las royals monegascas y de su estilazo y alguna cosita más, en cuanto a outfits, que pasamos a contaros. Como prometimos, aquí va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! dedicado a la Duquesa:
Es curioso ver que la moda siempre vuelve. En el reportaje de la memorias de la Duquesa nos encontramos con una foto suya de hace más de cincuenta años (pág.19). En blanco y negro, Cayetana de Alba lucía un dos piezas de tweed, con falda lápiz y salones negros de punta afilada. El look lady de este otoño es un calco de esta foto. Siempre hay que volver al pasado (y no tirar nada en buen estado del armario).
Confirmado, Pippa Middleton acierta cuando no va de boda. Ella se fue a una gala benéfica y volvió a dejar relucir su estilo con un vestido de satén rojo Valentino, de pronunciado escote en uve, con tirantes cruzados en la espalda y lazo en el derrière. clutch y salones en plata y oro y la melena al viento. Mucho mejor que en otras eventos recientes. Recupera poco a poco nuestra confianza (pág. 37)
¡Uy! ¡Casi nos saltamos a Beatriz de York! Hemos visto una chica vestida normal (hasta bien) y no nos podíamos creer que fuera ella (el tocado de cornamenta que se puso en la boda de su primo con Kate Middelton aún está en nuestras retinas...). Con un vaporoso vestido floral en malva y verde con escote en uve ribeteado de paillette y zapatos y clutch de pedrería, es la primera vez este año que le ponemos flecha verde. A ver si dura, aunque lo dudamos...(pág. 36)
Esta semana Laura Vecino nos ha convencido. Se fue a comer para celebrar el cumple de su marido y nos sorprendió gratamente con su outfit: baggy shirt blanca, mini naranja flúor, shopping bag negro y bailarinas animal print de leopardo. Un acierto (pág. 40).
¡Atención al peinado de la temporada! El que luce Laura Vecino en la foto que comentábamos antes y el que también luce Marta Ortega (la heredera de Zara) en una boda. Ligeramente cardado, con raya lateral, algún mechón caído y recogido bajo, sin volumen y con pinta de informal y hecho en casa (aunque se necesiten un par de horas de peluquería para que quede así de bonito). Lo apuntamos (pág. 44).
Carlota Casiraghi tiene tipazo y puede llevarlo, pero otras nos lo ponemos y parecemos vacas. Vestido camisero de ante color toffee, con falda de vuelo, escote cerrado tipo caja y lazo de ante anudado al cuello, posiblemente de Tod's. Un acierto soltarse la melena para no ponerse años encima. Ella lo tiene fácil para ser flecha verde...(pág. 58)
Pero tenerlo fácil no es garantía de nada. Que se lo digan a Natalia Vodianova, que es espectacular, pero perdió el norte poniéndose un mono de encaje blanco de Stella McCartney que acentuaba su escasa cintura y su ausencia de pandero (pág. 56). Este tipo de monos hiperceñidos son para las que tienen muchas curvas, y no para las delgadas. Le ponemos un suspenso.
De nuevo Carlota Casiraghi. Esta semana nos tiene fascinadas. ¿Cómo reinventar el estilo marinero para ir a la hípica? Fácil. Pasando de las rayas y los botones de ancla y combinando tres colores en bloque: azul marino para el top, blanco para la falda y rojo para los complementos (bolsito chanel y cuñas de rafia rojas con pulsera). Impresionante (pág. 62).
¡Hombre! Eugenia Martínez de Irujo (que esperamos que se mejore de su varicela) ha tenido un momento de lucidez estilística esta semana. Asistió a un concierto de Montserrat Caballé en Sevilla y escogió una mezcla arriesgada que fue un descubrimiento. Aunó tendencias con top de cuero negro con escote semi-cisne con lazada y sin mangas y con unos pantalones de lúrex y pata de elefante. E hizo bingo. nos ha gustado (pág. 70)
Hummm...Un error lo tiene cualquiera...Carolina de Mónaco tuvo un día poco inspirado en un estreno teatral. Con un vestido camisero de largo tobillero en negro que parecía una bata de ir por casa estaba poco elegante y parecía un fantasma. La tenemos que suspender (pág. 124)
¡Guau! Máxima de Holanda nos ha dejado mudas con su estilazo en Brasil: vestido de lamé dorado-rosáceo, asimétrico de corte helénico y adornado con cinturón a juego, maxi brazaletes en oro y sandalias romanas en dorado. Un gran outfit sexy pero con clase. Flecha verde de las grandes (pág. 124)
Arggggg... Que ya sabemos que Alba Carrillo (novia de Fonsi Nieto) está embarazadísima. Que no hace falta remarcarlo con un vestido palabra de honor dos tallas más grandes lleno de pliegues y vuelos y marcando triponcio (pág. 132). Y encima se viste así para posar en la foto porque, luego, por la calle, va vestida de persona normal (pág. 133). Una cursilada.
Miranda Kerr marca tendencia. Esta vez si estamos de acuerdo con la redactora de ¡Hola! que opina que su estilo es impresionante. Baggy shirt blanca, mini de cuero negro y salones negros combinados en ante y con puntera de charol. Y un bolso negro con asa de cadena en oro. Es un estilo copiable, sobrio y muy, muy glamouroso (pág. 140).
Ayyyyy...Da igual que vayas a jugar al golf o a hacer cualquier otro deporte. Da igual Los pantalones de chándal en negro o en azul oscuro con las rayas verticales en blanco, tipo ochentero no son nada favorecedores y no hay que ponérselos jamás. Y menos con un anillo de pedida con un zafiro que pesa casi más que tú. Elizabeth Hurley: eso es una horterada mayúscula. Flecha roja (pág. 142).
Entendemos que Demi Moore esté triste porque no está bien con su marido, pero precisamente por eso (para darle a él en los morros y que vea lo que se pierde) una no puede salir de casa con lo primero que pilla. En la presentación de su última película se puso un vestido negro de abuela, con falda a media pierna nada favorecedora y unos bordados de colorines con forma de triángulitos en el bajo y en las mangas que eran un despropósito. Así no, así no... (pág. 146)
La verdad es que no todo lo que se pone Olivia Palermo nos gusta. Sabemos que es una it girl y que hasta resulta sacrílego llevarle la contraria, pero el modelo negro con transparencias y encajes que se puso para asistir a la pasarela parisina no lo entendemos mucho. Y los pendientes de estrellas verdes tampoco. No quedaba feo, pero tampoco era para dar saltos. Las gafas de sol, eso sí, nos encantaron (pág. 170).
Especial boda de la Duquesa de Alba:
Empezamos por el análisis del vestido de la novia. La verdad es que era muy de ella y no la disfrazaba. Delicado el encaje y bien pensados los pequeños volantes de la falda. Quizá hubiera sido mejor un tono de rosa un poco más subido o un poco más claro para que no se confundiera con el color de su piel, pero desde luego el color era discreto y elegante. No nos gustaron los jazmines bordados, que nos parecieron un poco cursis, aunque en general, Victorio & Lucchino aprueban. El reto era complicado (pág. 120 y ss).
Espectacular Carmen Tello de rojo Valentino. Elegantísima. La más llamativa de la boda. Maquillada a la perfección, favorecida por el rojo y con un perfecto señorío para llevar la mantilla (que hay a quien parece que le ha caído un ovni en la cabeza, y éste no era el caso). El vestido era sencillo pero efectivo y la mantilla una preciosidad (pág. 76 y ss)
La otra sorpresa agradable de la boda fue Eva González. Con el peinado de moda (el que os hemos contado en un párrafo anterior), recogido informal bajo con raya y con un estiloso y sobrio vestido azul de lana fría, Antonio García, con cuello caja y drapeado, pequeños botones a lo largo de la espalda y hombreras bordadas, estaba perfecta. Un acierto los complementos en nude y el clutch sobre de pitón. La más trendy (pág. 78-79).
Sin más comentarios sobre Mª Eugenia Fernández de Castro. Pobre. No nos ensañaremos. Sólo decir que no es que no nos gustara, es que nos horrorizó (pág 82 y post de hace un par de días).
Genoveva Casanova iba sosa e inapropiada. No se puede ir a una boda por la iglesia con los hombros al descubierto. Su vestido strapless color piedra de The 2nd skin & CO era más bien anodino y necesitaba complementos un poquito más arriesgados. Y, como siempre, le sobraba el cinturón. esta chica tiene una obsesión con ponerle cinturones a todo y no acierta casi nunca (pág. 84-111).
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