En el ¡Hola! de esta semana Marina Danko es portada. Cuenta que está pasando un momento triste en su vida, pero la verdad es que está espectacular. Además de Marina, también encontramos a Carolina de Mónaco con un glamour reencontrado, a la Duquesa de York, que no es precisamente un modelo de elegancia, y a otras muchas celebrities nacionales e internacionales. Como siempre, nosotros sólo nos fijamos en sus estilismos y aquí os dejamos lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana, que no es mucho:
Empezamos con la Duquesa de York. La verdad es que la pobre no tiene una figura fácil porque tiende a regordeta, como muchas de nosotras, y es todo un mérito que su estilismo resulte discreto y hasta realce su figura. Destacamos el vestido morado de falda tubo y escote barco (pág. 13). Un color de tendencia y un corte clásico. El resto de estilismos son demasiado sobrios para su acusada personalidad y le dan un aire tristón y cursi.
Volvemos a lo de siempre. Que las embarazadas no pueden excusarse en su volumen para salir de casa hechas un trapo. ¡Y menos si eres primera dama! Carla Bruni Sarkozy, normalmente un icono de estilo, no debe dejarse y aparecer en pantuflas, pantalones anchos y sudadera ancha y sin maquillar (pág. 22). Da penita.
Como la semana pasada, flecha verde para Gwyneth Paltrow. En la gala de Coach, Gwyneth deslumbró con un vestido asimétrico y drapeado a la rodilla en color naranja flúor firmado por Gucci (pág. 30). En la misma gala, también destacaron: Marie-Chantal Miller con una acertadísima combinación de básicos: pantalón tobillero negro, camisa blanca con pechera de volantes (tipo pirata) y sandalias peep toe de tiras en beige; y Rosario Nadal con un vestido de punto de lúrex, totalmente in, y unos pumps negros de punta afilada. Un diez para las tres.
¡Ayyyyy! Algunas veces te encuentras con horrores estilísticos de celebrities que tropiezan o que tienen un mal día, pero que un reportaje entero sea un horror estilístico no es habitual. Pues nos hemos encontrado con uno. ¿De qué han vestido a la princesa Theodora de Grecia? (pág. 32-37). Dos vestidos de odalisca hortera contransparencias, encajes y tie-dye (¡todo junto! Argggg) y un vestido de corista western con tocado de plumas incluido (pág. 37) que da dolor verlo. Los vestidos son de Roberto de Villacis y la estilista ha debido elegir lo peor de la colección del creador…
Prometemos que la crítica que vamos a hacer no es por envidia. Es totalmente objetiva. La nueva novia de George Clooney no tiene ningún estilo. El vestido negro, ceñido, corto y con la espalda al aire que lució en Toronto es cualquier cosa menos elegante (pág. 40). O corta o escotada o ceñida, pero todo a la vez es vulgar.
Margarita Vargas cada vez nos gusta más. Acudió al bautizo del hijo de Bruno Gómez-Acebo siguiendo la tendencia color block con una mezcla ariesgada que fue ganadora: vestido de corte recto azul pavo, zapatos de salón amarillo limón y clutch dorado. Perfecta (pág. 47)
Y en cambio, la pobre Genoveva Casanova sigue metiendo la pata sin control. Se fue de cena con Gonzalo Vargas-Llosa y la verdad es que no cuidó mucho su aspecto: una falda de gasa estampada en florecitas en tonos lila que parecía de mercadillo cutre-hippie, una camiseta lila escote en uve y una cazadora de cuero marrón más propia del invierno. Y peinada de ir por casa. Incomprensible (pág. 52).
Esta vez sí. Laura Vecino, cuyo estilo habitualmente no nos convence, nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Su estilismo sport, para ir al hospital a ver a los mellizos recién nacidos de El Juli y su mujer, era de diez (pág. 57). Pitillos negro, camiseta de tirantes negra, wayfarer negras, camisa beige sin botones y atada con un nudo a la cintura y sandalias de tacón alto y ancho. Por ponerle un pero, el clutch naranja era más para la noche que para el día. Dudamos de que en él le cupiera el iphone…
La Duquesa de Montoro está de depresión post-vacacional. ¿Por qué lo sabemos?. Porque aún no se ha quitado el look de paseo por Ibiza y lo lleva puesto hasta para ir de fiesta. Jeans destelidos, camiseta sin mangas y con flechos estilo cowboysandalias de cuña gorda y plana y bolso shopping hippie. Para la tarde aún colaba el look, pero para la noche era demasiado informal (pág. 64)
En la Madrid Fashion night out nos hemos reconciliado con nuestras famosas. La mayoría lucieron estilismos cuidados, de lo más actuales y de lo más favorecedores (pág. 66-67). Desde Helen Lindes apostando al total look negro, igual que Norma Duval; pasando por una espléndida Paula Echevarría, como siempre, con un minivestido asimétrico en paillette dorado (aunque con unos pelos excesivamente revueltos para nuestro gusto); y finalizando con las dos más acertadas: Carmen Lomana y Marta Sánchez que coincidieron en gustos y se enfundaron el mismo vestido de Dolce&Gabbana de manga larga y falda a la rodilla con fondo negro y estampado de estrellas (uno de los estampados que triunfan por ser el rey de los estampados otoñales).
Carolina de Mónaco ha vuelto. Después del desastre estilístico de sus elecciones en la boda de su hermano, estábamos preocupadas por ella y por su sentido estético. Pero no hay de qué preocuparse. En la presentación de una nueva pluma de Montblanc, deslumbró con un extraño y difícil vestido en raso gris perla con detalles en plata, largo y ancho, de manga larga y que recordaba vagamente a un kimono. Los pendientes, grandes y también en plata, también eran originales y rompedores (pág. 69). Al día siguiente, inaugurando una exposición, volvió a epatar, con un vestido malva con drapeado central, collar de abalorios de vivos colores , clutch de ratán y sandalias étnicas (pág. 70). La que sabe, sabe.
Lo más destacable, en términos de moda, del reportaje de Marina Danko no es su ropa (lleva siempre el mismo vestido naranja), sino sus joyas. Diseñadas por ella, son grandes, llamativas y coloristas, pero también delicadas (pág. 72-81). Nos gustan.
Argggg…Otra embarazada horterilla. ¿Alguien puede explicarnos por qué Beyoncé se ha puesto un terrible bañador-faldita lleno de volantes que acentúan aún más su estado de buena esperanza? Chica, apúntate al bañador o elige un bikini más discreto. Por favor… (pág. 92).
Sienna Miller es un ejemplo a seguir. Da igual que siga un estilo l,ady, o rockero o grunge. Siempre está perfecta. Demuestra que es la reina de las trendsetters hasta cuando sale a pasear tranquilamente: jeans pitillo grises, bailanias negras, parka-guardapolvo verde caqui y bolso naranja. Natural, desenfadada y chic. Hay que aprender de ella (pág. 93).
En cambio, Victoria Beckham intenta ser tan fashion que a veces raya en el ridículo. Pasear con tu hijita recién nacida con unos botines de plataforma imposible y un vestidito de corte baby-doll negro y fucsia resulta un poco raruno. Necesita sencillez a raudales (pág. 94). Lo mismo le pasa a Katie Holmes que, también de paseo por el parque con su hija, se calzó un estilismo terrorífico con camisa de cuadros blancos y negros, jersey de enormes tricolor (tres franjas) amarillo, verde y negro, jeans y botas de ante amarillo mostaza. De llorar de la pena (pág. 94).
Y finalizamos con Pippa Middelton, que ya no debe saber qué ponerse para destacar y debe haber decidido que ya no quiere destacar. Si no, no se explica su último outfit para ir de boda: abrigo negro corto del mismo largo que el vestido, color berenjena y con encajes en negro, y un tocado pequeñísimo que recordaba a una mini-boina (o a un champiñón) también en color berenjena. Sosa, mal maquillada, mal peinada y sin gracia. Una lástima (pág. 120).
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