13 de enero de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 19 de enero

Esta semana, el ¡Hola! parece más una revista de decoración que cualquier otra cosa. ¡Qué manía con enseñarnos casas! En fin, allá va lo que hay que copiar y lo que no:
El reportaje de la casa de Fonsi Nieto: el salón da angustia (pág.9). Goofy, un Buda gigante con dorados, un sofá rosa fucsia que parece un trasero gigante tipo figura de Botero y una alfombra de cebra despellejada. Lo mejor es el pie de foto en el que dice “el salón ha sido decorado íntegramente por Fonsi”. Se nota, se nota, yo ya lo había adivinado… En  el  despacho (pág. 15) ha puesto una colección de libros enterita, ¿comprados a peso?, y los ha esparcido de 2 en 2 para que abulten y den el toque intelectual. Arggggg…
El estilismo de la novia de Fonsi Nieto: lo cierto es que la chica lo ha intentado. Los modelitos son de firma y ella los lleva con dignidad, pero no son nada acertados. Desde el  mega-lazo gigante que parece que la va a ahogar y que tiene vida propia (pàg 7), pasando por el vestido de transparencias y encaje (pág. 18-19) que es tendencia, pero no con la transparencia en el estómago,  y los mini-shorts blancos con camiseta brilli-brilli en plan look hortera-choni (pág. 10).  Resumiendo: a todos los modelitos que le han puesto les faltan, mínimo, tres dedos de largo. Lo salva que la chica es mona.
Carla Bruni: Siempre perfecta. El conjunto informal en total look gris, con una camiseta básica, pendientes de aro y bailarinas es un ejemplo de sencillez chic (pág 24).
La boda de Jaydy Michel: Me gusta darme cuenta de que aún quedan fotos en las que no se hace photoshop (pág 38). Una alegría observar que todas las mortales tienen brillos en la cara. El esmoquin de él es de llorar de la pena. Los bordes de raso color champagne le dan un aire a botones de hotel  resort de república bananera. Pero la foto es natural y eso salva el esmoquin.
Un ¡Olé! Para la Duquesa de Alba y sus pelos llenos de confeti en la cabalgata de Reyes (pág.81). ¡Esta señora es un crack! No se puede ser tener más personalidad. Hace lo que le sale de la peineta.
Nieves Álvarez conjuntada con su hijita (pág.84), las mismas botas Ugg. Queda gracioso. Aunque no acabo de entender porqué hay que comprarle a la niña, que no entiende de modas, un anorak Moncler que cuesta un riñón y parte del otro y que a la que pase un año y la niña crezca un poco, ya no le viene…
Margarita, la mujer de Luis Alfonso de Borbón, ha pasado de un aspecto monjil a encontrar su estilo. No sé si sola o asesorada, pero ha mejorado muchísimo. No obstante, Alguien debería decirle que también existe el casual wear en la moda de niños. El abriguito gris y negro puede ser de la tatarabuela de la niña y el gorrito que le han puesto a la pobre, tiene delito.
El reportaje en casa de Tamara se merece lo menos 4 posts:
Otra que ha puesto libros en casa, pero, más lista, ha incorporado mensajes subliminales (pág.56). Libro1, “Filipiniana”, ¿un homenaje a la tierra natal de su madre?  Libro 2, “Adolfo Barnatan”, ¿propaganda de la obra artística de un amigo de su madre, ex marido de Elena Benarroch?. Libros 3 y 4: París y Balenciaga, vamos, que la chica nos comunica que es glamourosa. Por lo menos no compra los libros a peso, como otros.
Y también ha puesto una cebra despellejada en su suelo a modo de alfombra. Y otras cebras despellejadas como pufs. Será tendencia pero a mí como que me da grima esta moda tipo safari africano en la decoración de interiores.

El estilismo de la chica es, salvo contadas excepciones, ideal. Maquillajes suaves, photoshop controlado, mechas perfectas que le dan luz a la cara y modelitos cuidados que le favorecen. Lo único que me ha chirriado (y mira que soy fan) son los botines de Louboutin (pág.57 y 63). Dudo mucho que pueda andar con ellos. Y porque tendrá chófer o irá en taxi, porque son como para intentar subir en un autobús con ellos. Vamos, que te dejas los dientes en el suelo en el primer intento de llegar a la puerta… Destacable el vestido amarrillo mostaza de escote asimétrico de Lanvin (pág.60). Impresionante, ¡precioso!, el vestido túnica de Marchesa bordado en plata, mangas con flecos y atado a la cintura (pág. 68).
¡Yo me quiero mucho!: hacerse un cuadro o una foto gigante sólo de una misma y colgarla de la pared, puede ser una horterada, pero si te gustas a ti misma, ¿por qué no?

2 comentarios:

  1. Lástima que no tengo el ¡Hola! de esta semana...La próxima lo compraré para hojearlo junto a tu próximo artículo de 'La observadora', me parece super divertido!

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  2. ¡Pues escribirlo para vosotr@s también es muy divertido!

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