Soy una fan declarada de Loewe.
¿Para qué lo voy a negar? ¡Si su bolso amazona es un tesoro de tal magnitud que
debería pasarse de generación en generación! Y cuando JW Anderson se incorporó
a esta marca como diseñador, allí estaba yo expectante, esperando sus
creaciones adaptadas al espíritu de “mi” Loewe. Y no me defraudó, porque sus
diseños de complementos y marroquinería son deliciosos. Pero, ayyyyy, ¡qué
disgusto tengo!, porque en un intento de modernizar la marca, a este joven
diseñador, le ha dado por sacar a flote su espíritu más transgresor y nos deja
cosas como esta “camiseta con parche” que no acabo yo de ver clara…
Una camiseta de algodón blanca
con, según la definición de Loewe, un ¿parche?. Un parche que más parece una
mancha gigante de tinta, como las que alguna vez me he llevado a casa cuando me
ha reventado encima un bolígrafo pilot… Me ha recordado a un anuncio de hace un
par de años, en el que un hombretón estupendo se manchaba la camisa de vino y
el llevar la mancha acababa siendo tendencia. Pues, oye, que yo seré muy carca,
pero a mí ir por ahí con una mancha (o con algo que parezca una mancha) en la
camiseta como que no me va… Y mucho menos si la camiseta en cuestión cuesta
casi 300 €…
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