UNA PIONERA DE LA COSMÉTICA (Y GRAN DEFENSORA DE LA MUJER): MARY KAY ASH

La verdad es que nunca he sido muy fan de la gente que viene a casa a venderte productos (tipo "reunión tupperware"). ¡Con lo que me gusta a mí ir de tiendas y curiosear y rebuscar antes de comprar! La idea de que me llevaran los productos a casa creí que me haría perder la ilusión compradora. Total que, sin mucho interés, ayer me uní a una de esas reuniones en las que una “consultora de belleza” va a tu casa y te enseña a maquillarte mientras te muestra los productos de su marca. La marca era completamente desconocida para mí. Se llama Mary Kay.

He de reconocer que me divertí mogollón con las clases, me sorprendió ver que los productos son bastante económicos, de buena calidad, antialérgicos, anticomedónicos y sin fragancia, y los envases son reciclables. Me sentí como una cría jugando a pintarme como una puerta ¡Genial! (si os apetece probar la experiencia, haced click y enviad un mail aquí)

Pero como ya sabéis que no me gusta quedarme en la espumita de las olas, me puse a investigar la historia de la fundadora de la marca: Mary Kay Ash. Y me chifló. Descubrí a una mujer luchadora que fue pionera en la defensa de las mujeres y que se adelantó a su tiempo entendiendo que las mujeres son un valor seguro en cualquier empresa (aún hoy hay algún lerdo, ¡incluso alguna lerda!, que sigue sin entenderlo, pero eso es otro tema que daría para muchos post…). En fin, que la historia de Mary Kay Ash me pareció muy interesante y decidí compartirla. Así que allá va. 

Mary Kay Ash nació en Texas en 1918. Desde muy joven trabajó en empresas de venta directa pero, hartita de que nadie la promocionase porque era mujer, a los 45 años decidió retirarse y escribir un libro para ayudar a sobrevivir a las mujeres en el mundo de los negocios, dominado por hombres. El libro fue la semilla de una empresa, que se inició en un pequeño local (del tamaño del salón de su casa) con una inversión consistente en los pocos ahorros de Mary Kay. La empresa se convirtió en una compañía multinacional con más de 800.000 representantes en 37 países y ventas anuales de más de 2.000 millones de dólares. Mary Kay Ash se saltó las normas establecidas, creó una compañía de, por y para mujeres y la llevó a la cima del éxito.

Su apoyo constante a las mujeres se tradujo también en su contribución a numerosas obras benéficas a través de su Fundación (Mary Kay Ash Charitable Foundation). La lucha contra la violencia de género y los cánceres que afectan a las mujeres fue prioritaria para su empresa, para su fundación benéfica y para ella. Mary Kay Ash murió en 2001 siendo una de las empresarias más reconocidas de Estados Unidos y una de las mujeres de negocios más influyentes del siglo XX. Su empresa ha sobrevivido a ella.

Inspiradora la historia, ¿no?