11 de septiembre de 2012

VUELVE EL ROMANTICISMO: ¡LOS CAMAFEOS ESTARÁN DE MODA ESTE OTOÑO-INVIERNO!



Este otoño invierno 2012-2013 el camafeo será una de las joyas más demandadas. Pero no sólo serán camafeos de oro y piedras preciosas, únicamente aptos para grandes bolsillos, sino también camafeos de metal, esmalte, porcelana e incluso plexiglás que podemos permitirnos todas.

Firmas de lujo como Miu-Miu o Lanvin ya muestran camafeos en sus colecciones. Serán un complemento estrella, así que si veis algunos pendientes o algún colgante con forma de camafeo baratito y que os guste, compradlo. Y si ya tenéis alguno, ¡recicladlo!

¿Dónde podéis encontrar camafeos a precios reducidos? Pues en tiendas low-cost como H&M o Blanco, que ya venden camafeos en forma de broches y pendientes. Y por internet, creadores artesanales como la pendientera, artesanum, o a.tina tienen broches, colgantes y pendientes de camafeos que son una preciosidad y tienen precios muy, muy asequibles.

Los camafeos no son precisamente modernos y han estado de moda a lo largo de muchas épocas así que nos ha hecho gracia aprender más sobre esta joya y compartir lo que hemos descubierto. Aquí os dejamos un poquito de historia del camafeo y de sus características, por si tenéis curiosidad por conocer más esta joya tan bonita (y si no tenéis curiosidad, pues no os leéis lo que sigue, y todos tan contentos, que ya sabemos que los rollos históricos no a todo el mundo le gustan…)

¿QUÉ ES UN CAMAFEO?: FORMA Y MATERIALES

La palabra camafeo, proviene del latín cama hutus. Originalmente era una figura tallada en relieve sobre una piedra preciosa, generalmente en ónice aunque también se tallaba sobre cualquier otra piedra preciosa, que se utilizaba como anillo, colgante, broche o pendientes. El arte de producir camafeos se llamaba, y se llama, glíptica (del griego glypho, grabar).

El fondo del camafeo normalmente es negro o granate y la efigie grabada suele ser de color negro o de color marfil. Se puede grabar en el camafeo cualquier dibujo, ¡hay camafeos hasta con escenas eróticas! (poco aptos para ir a la oficina), pero el grabado más habitual es el contorno del rostro de una chica joven o el contorno de una o de varias flores. Algunos camafeos estén montados sobre bases sencillas de oro o de otros metales y son desmontables para volver a utilizarlas en broches más grandes, montados sobre bases de oro con piedras preciosas.

UN POQUITO DE HISTORIA SOBRE EL CAMAFEO:

Hay muestras de camafeos desde ¡el siglo IV A.C! Los griegos, los romanos y los persas ya lucían camafeos, como joyas o como insignias.

Durante un tiempo desaparecieron como adorno pero volvieron con fuerza, aunque esta vez grabados sobre nácar y no sobre ónice, durante los siglos XIV y XV en las cortes francesas, alemanas y flamencas. ¡Si por algo los franceses tienen la patente del charme! Otros materiales utilizados en los camafeos de esas épocas fueron el marfil, el ámbar o el jade, importados desde las Indias y las Américas. También llegó la moda del camafeo a Inglaterra donde Enrique VIII, al que por lo visto le gustaban mucho, creó su propio taller. ¡No sabemos si a todas sus esposas les regaló uno antes de dejarlas por otra!

© Rueil-Malmaison - 
Musée des châteaux de
 Malmaison et de Bois-Préau
Desde el siglo XVI hasta el XVIII se empezaron a tallar también camafeos de conchas, mucho más baratitos y asequibles para casi toda la población. En la época napoleónica resurgieron los camafeos con fuerza y prueba de ello es la “Diadema del silencio de los siete camafeos” de Paulina Bonaparte, un extraordinario juego de pendientes con broche que se aprecia en la imagen que veis aquí. Ya en el siglo XIX sería la Reina Victoria quien los pone de moda y durante la primera era victoriana y la época romántica, se hicieron muy famosos los camafeos de Minerva, Medusa y Bacchante.

La reproducción de pendientes en forma de camafeos de pasta y cristal de la época Barroca proliferaron en el Siglo XX. También fue muy corriente en esa época, la realización de camafeos en oro bajo, de 9 quilates o en plata con marquesitas. Es entonces cuando se perfilan las características de los camafeos que conocemos hoy en día.

Eso es todo. Y con nuestros mejores deseos de que encontréis un camafeo baratito y que os guste, damos por finalizado este post sobre los camafeos.



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