Esta vez he tenido un chispazo
y, por vez primera, lo tengo claro. Clarísimo. No dudo de si me gusta o no lo
que he visto porque… ¡Me he enamorado! La verdad es que soy muy facilona en
cuestión de zapatos porque me gustan casi todos, pero amor, lo que se dice amor
del bueno, sólo siento por algunos elegidos. Y acabo de caer rendida de pasión frente
a estas sandalias de la temporada otoño-invierno 2013 de Dior.
Estas sandalias reúnen varios elementos a los que no me puedo resistir. La mezcla de rojo
y negro, que creo que es una de las combinaciones de colores más llamativas y
favorecedoras (y nunca pasa de moda); son de satén que creo que es un material
de lo más chic; tienen un tacón encastrado de 10 cm que convertiría mis piernas
cortas y rechonchas en dos perfectas piernas torneadas; y un lacito de lo más
femenino. ¡Me sentarían tan bien!... Hummmmm…
Pero el amor produce
sentimientos encontrados: me siento feliz por haberlas encontrado y a la vez
estoy tristísima porque es evidente que no puedo permitirme comprarlas…snif,
snif… Para animarme me consuelo pensando que deben de ser incomodísimas y que con ese tacón
no llegaría ni a la esquina.
Me autoengaño, lo sé…
Normal que no tengas dudas! Son geniales!
ResponderEliminarAy Pantufla! Lo que no tengo tan claro es el precio... :( ¡Una pena!
EliminarBsssssssssssssss
Preciosos , ya dirás donde comprarlos o mejor esperaré a que los falsifiquen los chinos. ¡Que lástima !
ResponderEliminarPues en la boutique on-line de Dior, de momento...
EliminarEn cuanto encuentre una copia aceptable, y no muy dañina para mis pies,prometo contarlo, anónimo.
Bssssssssssssssss