31 de marzo de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 4 DE ABRIL


El ¡Hola! de esta semana viene requetecargadito de información que nos interesa. Desde los estilismos hollywodienses de Adriana Abascal, pasando por estilismos street style de las casi siempre perfectas Paula Echevarría o Sara Carbonero y rematando con los estilismos de las invitadas a la boda de Álvaro Fuster y Beatriz Mira. Hay semanas en las que el ¡Hola! nos permite aprender poco de las celebrities. Pero no es el caso de esta semana: ¡hay un montón de cosas que imitar! Así pues, sin más dilación, aquí os dejamos lo que hay que copiar y lo que no del lo que hemos visto en el ¡Hola! de esta semana:


Adriana Abascal nos muestra en el primer reportaje su casoplón-mansión de Hollywood. El casoplón es bonito y la decoración es correcta aunque no emociona. Lo mismo pasa con los estilismos que luce Adriana, que son bonitos (y ella es guapísima y un tipazo y los luce con gracia) pero no emocionan. ¿Qué es lo que más nos ha gustado? Pues que Adriana mezcle unacamiseta de Dsquared2 con unos pantalones de Bershka que todas nos podemos permitir (pág. 9) y el look de chaleco y falda de tul made in Betriz de la Cámara (pág. 15) Habrá que seguir a esta diseñadora.. También nos gusta mucho el mono de Calvin Klein sin mangas y en color marrón chocolate (pág. 12). ¿Lo que menos nos gusta? Unos zapatos nude de Prada de inmensa plataforma que repite en varias fotos del reportaje y que no favorecen nada (pág. 12-13). También nos parece horrible el pelucón cardado que luce Adriana en la mayoría de las fotos. Se supone que le debería dar una aire salvaje pero sofisticado y lo que le da es un aire de loca…Y tampoco nos gusta el vestido de cóctel morado de Hotel Particulier que le hace arrugas por todas partes. Porque el reportaje no nos disgusta pero nos ha dejado un poco frías, le ponemos flecha amarilla.

La semana pasada no aprobó, pero sabíamos que Lourdes Montes no nos iba a defraudar. Esta chica tiene un estilo fresco y muy normal con el que nos identificamos muchas. Su estilo natural y desenfadado en el Rocío chico, pantalones de montar blancos, botas de montar negras, camisa azul claro y jersey azul con coderas en camel, podríamos hacerlo nuestro cualquier día yendo a Zara o a Sfera. Un diez (pág. 30).

Otra mujer de torero que nos ha conquistado, Rocío Escalona. Ésta con un street style de tendencia para esta primavera: falda larga color malva empolvado, camisa malva a tono, foulard rosa palo, camisola denim  y botines camel. Lo único que no nos ha gustado es el cinturón de Hermès de hebilla gigante, un poco out. Por lo demás, el estilismo es perfecto para esta primavera (pág. 32).

En cambio, Patricia Rato pierde mucho en su look de calle. Acostumbradas a verla perfecta en los eventos, no nos convence tanto con su estilo casual: camisola blanca demasiado larga, jeans demasiados cortos y botines negros de punta cuadrada que deben tener varias temporadas (pág. 36). Con lo estilosa que es, no le podemos permitir ni un fallo.

Marina Danko no nos lee. Una pena. Porque si nos leyera, no se habría vuelto a poner esos horribles botines peep toe negros de cuña animal print de leopardo que dejan ver los dedos gordos de sus pies cubiertos con calcetines de media (pág. 48). Ya la suspendimos una vez por culpa de esos botines y seguiremos suspendiéndola mientras no los entierre en el armario de los zapatos.

La verdad es que no suele ser una de nuestras habituales trendsetters. Su estilo demasiado corto y demasiado ceñido no es copiable (sólo es apto para tipazos como el de ella). Pero tenemos que reconocer que el estilismo de Romina Belluscio para la boda de su amigo Moncho Moreno fue acertadísimo: vestido gris pálido bordado en paillette plata con bolso de Swarosky y sandalias de plata, y un precioso bolero de pelo de manga tres cuartos (pág. 52)

Una de cal y otra de arena nos ha dado Sara Carbonero esta semana. La revista nos muestra dos estilismos de la periodista y creadora de tendencias. Uno no lo acabamos de ver claro y el otro nos ha encantado. El que no nos convence es un outfit con jeans negros, botas negras de ante con flecos a lo indio y una camiseta oversize azul turquesa con un corazón bordado en la espalda. La manga corta con las botas de ante tan oscuras resulta rara (pág. 54). El outfit que nos encanta combina una camisa ceñida denim de manga larga, unos jeans color calabaza, shopping bag negro y unos preciosos botines de stilettos dorados muy parecidos a unos que hemos visto en Zara (pág. 55). Como no sabemos con cuál quedarnos, le ponemos flecha amarilla, aunque es casi verde.

¿Qué se ha hecho Paz Vega en el pelo? Uno de los mayores atractivos de esta actriz es su negra y racial melena que contrasta con su clara piel. ¡Y va y se tiñe el pelo de un naranja pajizo que no hay por dónde cogerlo! (pág. 56) La suspendemos para que vuelva a la peluquería y regrese a sus orígenes de morena.

Hay estilismos que debemos recortar porque nos sirven de inspiración. Como el de Paula Echevarría de esta semana (pág. 58). Es una lección magistral de combinación de tendencias de esta primavera verano: colores sorbete y flores. Es que es un outfit perfecto: camisola vaporosa de color verde sorbete de menta, bolso chanel rosa empolvado, pantalón de flores en negro, rosa y verde empolvado y zapatos de salón de ante verde sorbete de menta. No nos puede gustar más. La mejor de la semana con diferencia.

Hay veces que la modernidad se confunde con el absurdo. Las cosas sirven para lo que sirven. En concreto, un cinturón sirven para sujetar (y más si lo llevas puesto por dentro de las presillas de unos jeans). Así que si Kate Moss quiere imponer una nueva tendencia que consista en llevar el cinturón puesto pero desabrochado, pues lo único que podemos decirle es que la idea es una ridiculez (pág. 62).

La segunda mejor valorada esta semana gracias a su street style fácil de copiar es Katie Holmes: camisa denim clara, pantalón denim oscuro muy, muy ancho, sanadalias planas y cardigan camel. Cierto es que este look, especialmente los pantalones, sólo es apto para las más altas, pero la verdad es que es muy chic (pág. 62).

Carlota Casiraghi es una de esas mujeres que se mimetizan con su novio hasta a la hora de vestir. El problema es que el nuevo novio de Carlota no tiene estilo ninguno y a ella eso la ha descolocado. Carlota paseaba por NY con un estilo grunge de camiseta parduzca y jeggings que no le pegaba nada (pág. 84). Y cuando volvió a Mónaco, apareció en el baile de la Rosa con el vestido Chanel més feo que encontró, un strapless azul pastel entallado a la cadera y con falda de vuelo que cubrió con una sobrecamisa sin mangas de gasa fruncida del mismo tono. La pobre parecía un saco de patatas (pág. 88). Suspendida.

La princesa Charlene, también acudió al baile de la Rosa. Y tampoco es que triunfara con su estilismo… Ella se empeña en ponerse vestidos palabra de honor y con su espalda de nadadora no le sientan nada bien. El vestido era correcto, pero sin más: negro y completamente entallado con un detalle de raso rosa cruzado en el pecho. Como tampoco es que ella tenga un pecho generoso, pues el escote tampoco le sentaba bien. Una pena (pág. 89).

Las princesas de Noruega están atentas a las modas. Marta Luisa y Mette Marit se apuntan a la moda de los colores sorbete, y en concreto al rey de los colores sorbete, el verde menta. Ambas lucieron vestidos de gala de este tono en la visita del Príncipe Carlos y de Camilla Parker-Bowles. Marta Luisa incluso se atrevió a combinar el vestido con un chal rosa pálido. Enhorabuena por ellas (pág. 94).

Patrica Cerezo celebró su cumpleaños y allá que fueron sus amigas para acompañarlas. Dos de ellas coincidieron llevando la misma prenda: leggings efecto cuero. Lydia Bosch los combinó con botines y María García de la Rasilla con salones negros. Nos gustó más la idea de María porque los leggings con zapatos salón son difíciles de llevar y a ella le quedaban bien (pág. 101).

A ver. Loewe es una de las marcas españolas más lujosas y más elegantes que existen. Si Loewe te invita a un evento, debes ir vestida en condiciones. Y no como Vanessa Lorenzo, que se vistió como Ugly Betty (Betty la fea) : falda de seda verde tornasolada a media pierna, camisa de cuello cerrado color naranja coral, medias negras tupidas con zapatos negros abotinados, una pajarita negra y unas gafas de montura dorada (pág. 113) Terrorífica.

Gracias a Dios, hubo invitadas que hicieron honor a la invitación de Loewe y se vistieron de la marca y le añadieron clase por arrobas. Es el caso de Ana de Armas, con un precioso vestido pañuelo naranja coral de cuero con mini cinturón y peep toes rosa palo. O Pastora Vega, con un ceñido vestido de cuero negro de manga tres cuartos y escote barco que dejaba ver su tipazo (pág. 114). Un aplauso para ellas.
 


ESPECIAL BODA DE ÁLVARO FUSTER Y BEATRIZ MIRA


Esta boda ha mezclado aristócratas y alta sociedad y nos ha permitido ver algunos estilismos buenos y otros regulares tirando a malos. Hubo outfits de todo tipo, desde grandes ideas hasta pifias en toda regla. Como de estos reportajes podemos aprender mucho, y para comentarlo con calma, le hemos dedicado un apartado especial a esta boda como hemos hecho con otras bodas:

Cuando una señora tiene clase, se nota. Impecable e impresionante la madre del novio, Carmen Garaizábal Verasategui. Un vestido cuello caja, largo  y color madreselva con un ligerísimo evasé en el bajo y mangas plisadas, zapatos y guantes del mismo tono y clutch joya. También preciosa, y llevada con enorme clase, la mantilla negra (pág. 66).

Muy poco favorecida estaba Isabel Sartorius. Llevaba un vestido largo de raso color marrón chocolate de cuello pico y manga abullonada, un bolsito lentejuelas de asa corta, un chal excesivamente transparente color rosa fucsia y unas sandalias de plataforma con purpurina dorada y tacón de bote de tomate. El problema del raso es que se pega al cuerpo y muestra todos los defectillos. Debería haberse un forro más consistente (pág. 67).

El vestido de la novia, Beatriz Mira, de Alma Aguilar, era muy bonito: cuerpo de pequeños plieques horizontales hasta la cadera y tirante fino y plumetti cubriendo los brazos, parte de la espalda y el escote, falda casi recta. Sabemos que a la novia le gustan las mariposas y el adorno de mariposa del pelo era precioso, pero las mariposas bordadas en las mangas sobre el plumetti no favorecían nada y sobraban. Aún así la aprobamos (pág. 68-71).

No nos lo esperábamos. Ha acudido a otras bodas y eventos y nunca destaca por su elegancia, pero esta vez se ha superado. Hablamos de Amaia Salamanca, que lució un dificilísimo e impresionante vestido verde esmeralda con escote halter, manga larga y vaporosa falda, lleno de aberturas estratégicas (en escote, magas, espalda y falda). El vestido llevaba dos flores de metal dorado a ambos lados de la cadera. Amaia combino el vestido con unas sandalias peep toe muy estructuradas y en oro y negro y con un clutch sobre en negro (pág. 74). Una de las mejor vestidas de la boda.

Una mujer poco conocida para el gran público pero que fue una de las más elegantes, es la periodista María Pelayo. Lució un vestido de volantes lánguidos en rosa palo con fajín de raso morado y un precioso bolero de piel. Clutch dorado y sandalias romanas rosa palo. El efecto del outfit era suave y delicado y resultaba muy estiloso (pág. 75).

Terrorífica estaba la pobre Andrea Pascual, socia de Fiona Ferrer. Se colocó un vestido minifaldero en raso verde esmeralda, asimétrico y con un volante gigantesco que le cruzaba el pecho (pág. 76). Sin medias pero con una estola de piel color camel (¿?), sandalias doradas de inmensa plataforma y un mini clutc de carey animal print que no pegaba ni con cola. Un despropósito.

Mucho más acertadas que Andrea estuvieron María León y Victoria de Borbón. La primera con un arriesgado vestido color block de Jorge Vázquez con cuerpo blanco, cintura en volante gris topo y falda coral con medias muy tupidas negras y zapatos negros de tacón dorado a juego con el clutch animal print dorado, estaba espléndida (pág. 78). Victoria, la segunda, con un look más clásico de Lorenzo Caprile compuesto de vestido de encaje azul tiza con chaquetita a juego y salones nude estaba muy elegante (pág. 79). Dos sobresalientes para dos estilos muy diferentes.


29 de marzo de 2012

TIPOS DE ESCOTE: ¿CUÁL TE FAVORECE MÁS?



El otro día leímos la siguiente frase de Kate Winslet: “Lo que le funciona a otra persona no me funciona necesariamente a mí”.  La sabia Kate tiene razón y lo que dice es aplicable a todas las mujeres del mundo en cuanto a estilismos se refiere.

¿O no te ha pasado nunca? Ves a una chica en una tienda probándose un vestido que le sienta fenomenal. Y allá que vas tú a coger el mismo (envidiosas y copionas que somos todas por naturaleza…). Y, en cuanto te lo pruebas, te das cuenta de que el vestido te sienta como un tiro. “¿Por qué a ella sí le queda bien y a mí no?” te preguntas. Y sales de la tienda llena de complejos (que si estoy mal hecha, que si no tengo pecho, que si mi cadera es desproporcionada…etc) y olvidas tus complejos zampándote cualquier cosa hipercalórica que lleve mucho chocolate…

Pues ¡tranquila! La culpa no es de tu cuerpecillo serrano. Ya puedes dejar los “quitapenas” de chocolate. Tú estás bien hecha, seas como seas. Lo que pasa es que hay prendas que sientan mejor a unas personas que a otras en función de sus características físicas. Una de las cosas que debes aprender para sacarle el mayor partido posible a tu tipo, y hacer que parezca que tienes una silueta perfecta aunque no la tengas, es a identificar cuál es el escote que más te favorece y cuál el que menos. Un escote apropiado te hará aumentar o reducir pecho, estrechar o agrandar tus hombros o alargar o acortar tu cuello. Y el efecto mejora del escote se notará en toda la silueta. Es una cuestión de equilibrio de volúmenes.

Este post es uno de los más demandados en la historia de TheVicBridgeWorld! Y uno de los secretos mejor guardados de las celebrities y de los estilistas: una lista de tipos de escote asociados a los tipo de mujeres a las que les sientan bien (y mal). Shhhhhhhh… No se lo cuentes a nadie…



ESCOTE EN PICO:

El aliado de aquellas que tienen mucho pecho. Reduce visualmente el volumen torácico porque amplía los hombros, estiliza el  cuello y el tronco y marca visualmente la cintura. En definitiva, equilibra los volúmenes del cuerpo. Eso sí, el pico ha de ser intermedio: ni tan grande que se vea el canalillo ni tan pequeño que toque el cuello.


ESCOTE CAJA:

Favorece a casi todo el mundo, excepto a las que tienen el cuello corto y ancho. Es el escote clásico de los jerseys de toda la vida. Cuanto más cerrada es la caja, más parece que se amplía el pecho. Si el jersey tienen mangas, las que tienen menos pecho y hombros pequeños, deben optar por costuras de manga ranglan (costura que cruza el hombro en diagonal, en dirección a la axila). Este tipo de costura estrecha el tronco y el punto de visión se focaliza en los hombros y en el pecho. Las que tienen más pecho y hombros más anchos deben optar por la costura manga clásica (en vertical desde el hombro hasta la axila) que focaliza la visión en el conjunto del tronco.

ESCOTE EN FORMA DE U:

Favorece más a aquéllas que tienen poco pecho y hombros pequeños. Normalmente es un escote que deja ver el nacimiento del pecho y allí es donde se focaliza la visión, con lo que la impresión general es que el pecho se agranda, los hombros se estrechan, el cuello se alarga y el tronco se acorta.

ESCOTE BARCO:

Este escote concentra las miradas en los hombros. El efecto óptico es que los hombros se ensanchan y el cuello se alarga. La sensación es que el pecho se reduce y el tronco se estiliza. No es aconsejable para aquéllas que tienen los hombros muy desarrollados (por ejemplo, nadadoras) o huesudos y para las que tienen muy poco pecho porque da la impresión de que aún tienen menos.




ESCOTE CUADRADO:

Posiblemente el escote menos favorecedor del mundo. Favorece a muy pocas mujeres. Al no ser redondeado (como el escote caja o el escote en U) ni tener diagonales (como el escote en pico), ni marcar especialmente los hombros (como el escote barco), da muy poco juego para modificar visualmente la silueta. Hace que el tronco parezca más recto de lo que es. A las que tienen pocas curvas y poco pecho les da un aspecto “escurrido” nada favorecedor. Y las que tienen mucho pecho ven como la línea horizontal del escote cuadrado se deforma por el volumen y sienta fatal. El menos recomendado.

ESCOTE PALABRA DE HONOR O STRAPLESS:

Es un escote favorecedor y muy femenino, aunque con condiciones. Amplía los hombros y estiliza el cuello, pero acorta el tronco. Aquéllas que tienen mucho pecho o brazos más bien gorditos, conviene que lo luzcan con otra prenda encima: una chaqueta ligera, una camisa desabrochada, un cuerpo semi-transparente. Es importante ir bien vestida por dentro con este escote. El consejo: un buen sujetador sin tirantes (lo de los tirantes transparentes es una horterada si se ven) bajo un escote palabra de honor es fundamental. Las que tienen poco pecho pueden optar por un sujetador push-up y las que tienen mucho pecho un sujetador reductor que no aplaste el pecho.

ESCOTE EN FORMA DE CORAZÓN:

Es una variante del escote palabra de honor no apta para las que tienen mucho pecho pero ideal para las que tienen poco. Sus formas redondeadas generan un efecto óptico de ampliación del pecho y estrechamiento de los hombros. Es perfecto para las que no tienen muchas curvas. Como el strapless clásico, el escote corazón acorta el tronco pero al generar más volumen en el pecho, estrecha visualmente la cintura.

CUELLO PERKINS:

Es uno de los escotes de los llamados “cuellos altos”, junto con el cuello vuelto o el cuello cisne. Hemos elegido éste como ejemplo pero las recomendaciones valen para todos los cuellos altos. Como el cuello caja, el cuello perkins favorece a casi todo el mundo, excepto a las que tienen el cuello corto y ancho o a las que tienen un poco de papada. Cuanto más ancho sea el punto de canalé del cuello más se focalizará la visión en él y menos en el pecho o en los hombros.



26 de marzo de 2012

TENDENCIAS PRIMAVERA-VERANO 2012: ¿QUÉ SE LLEVA QUE ME PUEDA PONER?


Aprieta el calorcito, ya no hay quien se ponga el abrigo peludo sin parecer una loca y las alérgicas al polen empezamos a moquear y nos lloran los ojillos. ¡Todo son señales inequívocas de que la primavera ha llegado! Y, en cuanto nos despistemos, tempus fugit (el tiempo vuela, en vesión latina pedante), llegará el veranito.

Total, que hay que ponerse ya mismo a hacer el temido cambio de armario. Esa horrorosa tarea que todas vamos dejando para otro día porque no queremos darnos cuenta de lo blancuzcas y amarillentas que tenemos las piernas, después de tenerlas tapadas todo el invierno. Y porque nos horroriza pensar que la ropa de año pasado nos va a quedar estrecha porque no hemos empezado aún la operación bikini. Y porque no queremos admitir los desatinos que cometimos el año pasado, haciéndonos adictas al color block y comprando ésos zapatos azules y verdes que son francamente feos…

¡Que no cunda el pánico! Algo habrá en el armario de primavera verano que sea reaprovechable, ¿no?. Hay que cotejar una lista de las tendencias más favorecedoras para esta primavera-verano 2012 con el contenido de nuestros armarios antes de lanzarnos a comprar como poseídas por un espíritu derrochador para olvidar las piernas blancuzcas y los kilos de más. Para facilitaros la tarea, aquí os dejamos una pequeña lista de las tendencias de primavera-verano 2012 que sientan mejor y que casi todas podremos ponernos. ¡Prometemos ampliar la lista en breve!



Faldas plisadas:

Las faldas plisadas, cortas, largas o asimétricas triunfarán esta temporada. Eso sí, en colores lisos y suaves y en tejidos delicados. Las más altas estaréis estupendas con faldas plisadas largas y sencillas camisetas básicas. Las más bajitas, deberéis elegir faldas plisadas cortas si no queréis acortar y ensanchar vuestra silueta. El mix perfecto de estas faldas es con sandalias planas, aunque las más osadas le añadirán zapatos de tacón o altas cuñas.

Tendencia “pañuelo”:

Será el “hit” de la primavera verano 2012. Pañuelos de seda estampados que se convierten en pantalones pijama (con goma a la cintura y amplias y cómodas perneras), pañuelos que se anudan a la cintura y se convierten en faldas pañal, cuerpos-pañuelo con mangas murciélago y pañuelos que se convierten en vestidos “pareo”. Una tendencia fresca y femenina que es ponible para cualquiera, tengas el tipo que tengas. Y si tienes un enorme pañuelo de seda en casa y eres un poco habilidosa, do it yourself!, hazte tu propia prenda pañuelo.

Estampados tropicales:

Esta tendencia ya apareció ligeramente el año pasado, así que es probable que tengas algo en tu armario que puedas reciclar. Vestidos, faldas y camisas estampados con grandes flores de colores, con hojas de palmera, con bananas, con pájaros exóticos y coloristas… El colorido de la selva llega a tu vida. Estos estampados son favorecedores, animan a la cara, pero aumentan el volumen de la silueta, así que nada de prendas excesivamente amplias con estos estampados. Y, salvo que seas una experta estilista, nada de combinar estos estampados con otros estampados.

Colores empolvados:

El nude, el color maquillaje y el rosa palo se convierten en colores básicos junto con el negro y los blancos y grises irisados. Vestida de estos tonos empolvados, como cubiertos de tiza, la verdad es que ninguna nos vemos especialmente favorecida. ¿Cómo solucionarlo? Pues con un buen maquillaje que nos anime la cara. A evitar: los pantalones nude para las que tienen las piernas gorditas, las blusas nude sin mangas para las que tienen los brazos muy musculados y los vestidos ceñidos en nude para las que no tienen un tipo perfecto.

Colores sorbete:

Son la revelación de la temporada. En total look, combinados con blanco o combinados entre sí. Son los nuevos colores pastel: colores aguados o con aspecto de estar cubiertos de azúcar. Verde sorbete de menta, naranja sorbete de mandarina y amarillo sorbete de limón son colores de tendencia. Dan un aspecto dulce y aniñado y son perfectos para blazers cortos de líneas rectas, para vaporosas y sencillas blusas con lazos y volantes y para faldas cortas con un ligero vuelo.

Chaquetas tipo Chanel de tweed:

Las míticas chaquetas de Cocó Chanel reinan de nuevo en los armarios. De cuello caja, sin botones, con bolsillos sin solapa y de tweed, son la “nueva” sensación de esta primavera verano 2012. Con tweed que combina hilo blanco y gris claro con colores sorbete, estas chaquetas sonperfectas para combinar con amplios pantalones de seda o de gasa e incluso con jeans. Le da un estilo muy chic a los estilismos de sport pero hay que llevar cuidado porque con faldas o pantalones  clásicos puede ponerte muchos años encima…

Jeans de colores:

Son alegres, fáciles de combinar con cualquier camiseta blanca con print o eslogan e ideales para un outfit informal. Jeans rojos, verdes, azules, de colores sorbete, y hasta amarillo mostaza. Cualquier color vale. También quedan muy lucidores con otra tendencia al alza: las camisas de flores tropicales.

Naranja coral:

El ganador de la competición de color por excelencia de esta primavera-verano 2012, por encima del verde sorbete de menta y del amarillo mostaza (los otros dos finalistas). Dale un toque de coral a tus estilismos nude o blancos. O atrévete con un total look naranja-rojo coral. Es un color favorecedor, especialmente para las morenas y las castañas.

Artesanía y abalorios:

En sandalias, pulseras, bolsos, collares… ¡triunfa lo tribal! Cuentas de colores combinadas con cuentas de madera en collares, bolsos de rafia de colores trenzada, sandalias planas con detalles de piedras sin pulir y madera. Pulseras de artesanía con materiales naturales: hilo, rafia, madera… Los accesorios tribales le quitan dulzura a los looks de colores empalagosos de esta temporada.       

24 de marzo de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 28 DE MARZO


Esta semana el ¡Hola! trae en portada a Chábeli Iglesias Preysler que nos presenta a si hija Sofía. Chábeli se parece muchísimo a su madre, Isabel, aunque no ha heredado su estilazo. También aparece Marina Danko, con su clase habitual, paseando por Venecia con el que dicen que es su nuevo amor. Dentro de la revista, el primer reportaje nos enseña cómo Laura Vecino se ha convertido en estilista y ha hecho posar a sus amigas con ropa de Mango. Y muchas otras más que comentar, buenas y malas, que aquí os dejamos, para que podáis copiarlas, o no…


Hasta hace poco nuestra Naty Abascal era embajadora de Mango y hasta consiguió vestir a la Duquesa de Alba con una torerita de lentejuelas  de la marca para una portada de ¡Hola!. El relevo de Naty ha sido su nuera, Laura Vecino. En un reportaje cuyo contenido  interesa poco (las amigas de Laura, super listas y super triunfadoras, pero completamente desconocidas para el gran público, nos cuentan lo que hacen) lo más destacable es ver cómo combina entre sí Laura las prendas de la última colección de Mango (pág. 6-13). Y la verdad es que lo hace bien, aunque sin tener el magistral toque de nuestra Naty, que te combina una piel de plátano con una flor y tres lentejuelas y resulta estilosa.

¿Qué destacamos del reportaje de las amigas de Laura? Pues el outfit de Alejandra Bustamante (pág. 7): blazer corto con manga vuelta color sorbete de fresa, camisola azúl tiza, flada larga plisada en amarillo pollito, cinturón camel y salones camel. Perfecto. Del resto de outfits hemos aprendido que se llevan las chaquetas tipo blazer o tipo chanel cortas (pág. 6-7), que triunfan los colores “sorbete”, que, si eres alta, lo más de lo más es ponerte una larga falda plisada (pág. 7), y que no vas a poder vivir esta primavera sin alegrar tu outfit con el color de moda: el naranja coral (pág. 9 y 13). ¡Ah! Y que debes llenar tu antebrazo derecho de pulserillas hippies. No hay amiga de Laura que no lleve ese distintivo. 

Hay básicos clásicos que nunca fallan. Y Carolina de Mónaco lo sabe. Por si tú no lo sabes, no hay mejor forma de ir de sport que con esta combinación: jeans rectos ni muy claros ni muy oscuros, camisa básica blanca, jersey camel de cuello pico y botines planos de ante marrón (pág. 16). Vamos, igualita que ella.

No basta con tener tipazo y estilo innato. También hay que esforzarse y no comprar prendas que no le sentarían bien a nadie. Esta semana hay que reñir a Carla Bruni. Da igual que lleves a tu hija al pedriatra y que pienses que no te va a ver nadie. Unos pantalones anchos color gris pardo de chándal metidos por dentro de unas botas Ugg no sientan bien y no son de recibo (pág. 18). Suspendemos a Carla.

Confirmado: nos hemos hecho fans de Margarita Vargas. Además de tener gracia para combinar, es una mujer práctica. Ella se fue al parque con su perro y con su hija con un estilo marinero la mar de primaveral: jeans pitillo azul marino, camiseta de rayas blancas y azul marino, blazer azul marino de botonadura dorada, bailarinas azules y maxi shopping bag nude (pág. 20-21). Impecable. Y lo mejor: en la shopping bag escondía unos preciosos zapatos de plataforma y enorme tacón ¡naranja flúor!. "En el parque con bailarinas y me las cambio para ir con mis amigas", debió pensar ella. Nos encanta.

Marta Ortega tiene un master en bohemian-chic. Parece que va vestida de cualquier cosa, pero no dudamos de que su estilismo está perfectamente estudiado. Vestido de volantes “mustios”, corto y con estampado tie-dye (decolorado) del blanco roto al azul marino blazer corto blanco, desestructurado y con tachelas, foulard estampado paisley en blanco y azul marino y botines azul tiza (pág. 22). La verdad es que combina con mucha gracia.

No sabemos dónde lo ha comprado, ni sabemos si conseguiremos encontrarlo, pero prometemos buscar uno igual o parecido. Hablamos del vestido camisero color blanco roto, corto y con el bajo troquelado que le hemos visto a Sara Carbonero. Es pura tendencia. Eso sí, la combinación con botas cowboy marrones sólo puede permitírsela ella. A las demás nos harían las piernas cortas y gordas, pero a ella le sientan bien (pág. 28).

Mira que nos encanta su estilo y su forma de combinar tendencias, pero esta vez no nos ha convencido del todo. Paula Echevarría celebró una reunión familiar con un outfit que sobre el papel era buena idea pero que no le sentaba bien: pantalones de cuero rojos, camisola blanca de cuello isne con estampado floral de colores y bolso de mano azul marino (pág. 31). El problema es que los pantalones de cuero, ya lo hemos dicho en otras ocasiones, o tienen un corte perfecto o marcan cartucheras aunque no las tengas (como es el caso de Paula). No la suspendemos, pero tampoco podemos ponerle un excelente.

Es una pena porque Lourdes Montes nos gusta mucho y su estilismo de vestido color coral con foulard a tono y chaqueta, botas y bolso en marrón era una fantástica idea. El problema fueron las medias. Ya lo comentamos en un post reciente sobre medias: ¡que las medias de brillo son muy traicioneras y no sientan nada bien! Y sientan aún peor combinadas con botas de ante (pág. 32). Tenemos que suspenderla, aunque sabemos que en breve, con su estilazo, será flecha verde.

Desde luego hay que reconocerle a Sebastián Palomo Linares, el hecho de que siempre vaya acompañado de mujeres con clase. Su amiga Lilia López nos enseña un outfit fácil y juvenil: jeans grises ligeramente acampanados, camisola color piedre de escote pico y con volante desestructurado y blazer chanel en grises con botines negros (pág. 44-45). Nos gusta.

Otra mujer que intenta lucir siempre un estilo juvenil es Ana Rodríguez. El problema es que a veces chirría. En esta ocasión, Ana no triunfó con su conjunto para ir de compras: camisa marrón (las camisas marrones son dificilísimas de combinar), pantalón beige, peep toe marrones, chaleco de ante gris forrado de pelo y mega bolso de Tous en verde botella. La combinación de colores era extraña, el efecto de los peep toe con medias claras y el chaleco de pelo (¿verano+invierno?) era raruno, y el pelo de “señorona” no encajaba con el conjunto (pág. 47). La tenemos que suspender.

Otra fan de los pantalones de cuero es Virginia Troconis. Para asistir a una corrida de su marido, Virginia eligió un pantalón de cuero negro que le sentaba como un guante, una sencilla baggy shirt blanca, blazer negro y complementos en marrón. El único fallo fueron los botines cortos y elásticos marrones sobre el bajo del pantalón de cuero. Por ese detalle es flecha amarilla, pero el conjunto con otro calzado hubiera sido flecha verde (pág. 48)

Como dice la redactora de la revista, Brianda Fitz-James tiene un estilo muy personal. En un evento al que asistió lució una mezcla de estilo entre folk y niña bien que nos ha dejado anonadadas porque en cualquier otra hubiera resultado un fiasco y en ella resulta aceptable. Chaqueta de ante color toffee acabada en flecos, falda de ante a tono con volantes al bies, camisa estampada en naranjas y un broche de cuello como los de los cowboys. Lo curioso es que los mocasines trenzados, las medias finas y su melena ondulada dulcificaban todo lo demás. No es flecha verde porque no podríamos copiarlo, pero su estilismo propio y original se merece una flecha amarilla (pág. 54).

Hay prendas que es mejor no saber de dónde han salido. Por si te pillan en un día bajo y acabas comprando horrorosidades. Por ejemplo: no queremos saber de dónde ha salido la camiseta con siluetas de labios y tachuelas que luce la acompañante de Alfonso Martínez de Irujo por las calles de Madrid. ¡Qué cosa más fea! (la camiseta, porque ella es mona). Nos ha dado dolor de ojillos…(pág. 55)

Otra que nos da dolor de ojillos, aunque nos cae simpática, es Jessica Bueno. La pobre tiene interiorizado un estilo “poligonero” y no hay quien se lo quite: shorts denim, medias caladas con estampado de corazones en marrón-granate, perfecto de cuero y camiseta con una cara de mujer estampada con dos muffins en los ojos… Sin palabras, sin palabras… (pág. 57).

Y seguimos con los estilismos de llorar de la pena. Teresa Riott, acompañante de Guillermo Furiase, no entiende de gamas cromáticas y combina con verdadero desacierto: bolso Kelly rosa flúor, ccamiseta blanca con rayitas rosas, chaqueta verde lima, shorts denim casi más cortos que la chaqueta, medias color carne, y botas beige. Un delito estético de los graves (pág. 57).

Argggggggggggg!! El prometido de Marisa Jara tiene pinta de hortera de bolera. Si no, no se explica que se ponga el chico una camiseta blanca de escote pico  y muestre todos los pelos del pecho cual matorral del bosque. ¡Qué angustia! Y Marisa a su vera, tan contenta, con una bandolera de Loewe que no cuadraba con los pelos del pecho de él. ¡Qué horror! (pág. 60).

A ver, los bolsos 2,55 de Chanel son clásicos atemporales y si posees uno, es una blasfemia lucirlo sin estilo. O sea, que el posado de Blanca Romero, con su bolso chanel 2,55 puesto tipo bandolera, acortándole el asa, y colocado entre el sobaquillo, bajo el pecho y encima de la tripa, es una blasfemia. Si por nosotras fuera, le quitábamos el bolso. Ayyyyyy…(pág. 61)

Chábeli luce su suave y clásico estilo habitual en su posado mostrando a su hijita. Como hemos comentado otras veces, Chábeli no es de hueso fino como su madre y sus hermanas y eso siempre resta elegancia (que nos lo digan a nosotras que somos de hueso enorme y así nos luce el pelo), pero la verdad es que esta chica tiene ángel cuando se empeña. El look jeans con simple camisa blanca (pág. 64-65) le sienta muy bien. Y la camisa coral (de nuevo el color de la temporada) le favorece una barbaridad (pág. 67). Y la niña es monísima y va vestida de niña y no de mujer pequeñita. Flecha verde para madre e hija.

Mezclar low cost y grandes marcas con acierto es un arte. Una muestra de ello es Marina Danko y sus complementos. Marina luce bolso de Prada gris topo en Venecia y, atado al bolso de lujo, nos encontramos con un foulard animal print de cebra en negro y gris de hace un par de temporadas… ¡de Zara! (pág. 74-75) Nos alegra saber que Marina también compra en Zara.

Según la reportera de ¡Hola!, Zara Phillips fue a las carreras con un estilo “Downton Abbey”. Suponemos que lo dice por los tocados que luce Zara. El problema es que, nada más mirar la foto, nos ha parecido que Zara lleva una cabeza de alce en plena cocorota. El tocado-bonete marrón con dos flores rojas (los ojos del alce) y dos plumas tiesas (los cuernos del alce) nos es favorecedor ni recuerda a ninguna serie inglesa (pág. 82).

María de Villota es una pionera de la fórmula 1. Además, es guapa y tiene cierto charme. Pero le hacen falta algunas lecciones de estilismo. Su posado con camiseta básica de tirantes blanca básica arrugada como un higo, con pantalón negro y pañuelo anudado como si fuera un cinturón es tristón. Lo del pañuelo como cinturón hace años que no se lleva (pág. 94).

Otra que, de repente, nos muestra su estilo poligonero cuando nadie la ve es Shakira (pág. 98). De vacaciones con Piqué por la costa italiana con un jean ochentero gris desteñido que le hacía las piernas como columnas jónicas, una cazadora también ochentera en rosa fucsia y el pelo con unas raíces sin teñir desde hace tiempo, estaba horrible. Y no tiene excusa, porque cuando quiere, está impresionante (aún recordamos su precioso outfit con vestido rojo de la entrega de los premios FIFA).

Hay una diferencia abismal entre el primer reportaje de ¡Hola! y el último. Nada más abrir el último, ya sabíamos de quién era el estilismo: exótico, grandilocuente, llamativo y derrochando glamour. El primero lo firmaba Laura Vecino y el último…Naty Abascal. Lo de menos es que sea un publirreportaje de las joyas de Pandora… Impresionante (pág. 112-118)