29 de agosto de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 31 DE AGOSTO

La noticia de la semana en la portada de ¡Hola! Se nos casa la Duquesa de Alba. Un triunfo del amor a cualquier edad. Nos cae muy simpática la Duquesa. Aunque no entendemos su estilo vistiendo y a veces sus modelitos nos dan dolor de cabeza, admiramos su arrolladora personalidad y que se ponga el mundo por montera (y pase de la moda, se vaya de boda y le traiga sin cuidado lo que piensen todos los demás). En el ¡Hola! también encontramos un reportaje de la incombustible Ana Obregón y de parte de su familia y muchas otras imágenes que comentar. Así que, allá va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:

Serán los milagros del Photoshop, será la luz de las fotografías, será que ella sabe posar o será que está maquillada y peinada por estupendos profesionales, pero hay que reconocer que Ana Obregón está espectacular en todas las fotografías del reportaje (pág. 6-21) que inicia la revista. Seamos sinceras, que a la mayoría nos colocan ese bañador de Dolce & Gabbana (pág. 21), de animal print leopardo, cinturón y escote corazón con tirantes con forma final de culotte, como de pin-up, y estaríamos terroríficas (que si no lo lleno de pecho, que si me sale una lorza, que si parezco un espárrago…). No será la mujer con más clase del mundo, tendrá un estilo excesivo, o nos recordará a una Barbie, y por eso no seguiremos su estela estilística, pero, admitámoslo, está guapa, y rezamos para poder conservarnos como ella y pactar con el diablo.

Los estilismos del reportaje de “las mujeres Obregón” son llamativos, ceñidos y o muy largos o muy cortos. Los outfits están muy logrados y no se ha abusado de los complementos para no recargar. Los peinados también son sencillos (en general melenas bastante naturales y alguna trenza para las más jóvenes). Un acierto. Destaca el vestido rojo mitad encaje y mitad crêpe, drapeado, que luce Carol Aresu y que firma Pucci (pág. 7), aunque en el outfit sobran los zapatos nude y faltan unas sandalias. El vestido, además, no es para alguien tan joven como ella, aunque es precioso. Otro que destaca es el vestido de encaje largo, color verde botella, de escote corazón y drapeado a la cintura que luce Amalia G. Obregón (pág. 10), creación de Dolce & Gabbana.

Si a Ana Obregón le ponemos un diez, a su hermana Amalia hay que ponerle un once (por lo menos). La elegancia que le falta a Ana le sobra a Amalia. Quizá Ana tiene más frescura, pero Amalia representa la perfecta madurez. En la foto de la piscina, Amalia es la única que no está en ropa de baño y, pese a no enseñar nada, es la que más destaca por su porte (pág. 15). Otro ejemplo, vestida con falda de estrellitas blancas sobre fondo negr y con una sencilla camiseta de tirantes blanca de Intimissimi (pág. 19), no se puede estar más elegante. Flecha verde.

Kate Middelton se está metiendo en la lista de las más elegantes, pero aún le queda mucho por aprender de grandes estilistas… Normalmente falla siempre en los zapatos. Suelen ser salones anticuados de taconcillo intermedio que no favorecen nada (aunque suponemos que serán muy cómodos). Y a veces también falla en el conjunto. Ese dos piezas blanco y azul con botonadura militar…La falda navy aún tenía un pase, pero la blusa de gasa, que hasta llevaba una imitación de galones en los hombros, no tenía solución (pág. 25). Cero favorecedora.

A veces estamos de acuerdo con las redactoras de ¡Hola! y otras no, cosas de la libertad de opinión. Estamos de acuerdo en que Eva González tiene un tipazo, es guapísima y con cualquier cosa está resultona, pero no estamos de acuerdo en que su estilismo sea espectacular. Que se te vea el tirante blanco del sujetador bajo una camiseta gris oscura de tirantes y bajo otra camiseta gris claro con un extraño escote que deja una manga caída y un hombro al aire, con unos mini-shorts denim desteñidos y unas romanas, no es espectacular, es informal y en algunos casos un poco cutre (pág. 30). Y no suspendemos a Eva porque parecería que le tenemos envidia, pero su estilismo es mejorable.

Somos fans del estilo de Paula Echevarría. Muy fans. A esta chica hay que vigilarla porque lo que ella se pone crea moda. Atención a sus dos estilismos de día: el primero, shorts nude troquelados, camiseta negra sin mangas escote en uve y maxi collar tipo indio (pág. 98); el segundo, vaporoso vestido de gasa en florecitas marrones y blancas, de tirantes y a media pierna, con cinturón de cuerda marrón anudado a la cintura y bailarinas color chocolate (pág.99 ). Si a este segundo estilismo le añadiéramos un amoroso cárdigan marrón, estaríamos ya siguiendo el avance de tendencias para otoño 2011. Espléndida esta chica, espléndida.

En la playa, una no debe descuidar su estilo. Se nota que no estaba nuestra Naty (que debe estar disfrutando de sus merecidas vacaciones) para aconsejarla, porque Carla Goyanes se fue a la playa con una pinta un poco raruna: bikini fucsia y marrón de estampado psicodélico, pareo de rayas azules y violetas y gafas wayfarer blancas (pág. 100). ¿Pensó lo que se ponía antes de salir a la arena? Creemos que no…

Debería copiar a Patricia Rato, que sí pensó lo que se iba a  poner y encima acertó: camisola color arena, chanclas marrones de cuña, sombrero borsalino de paja y capazo de paja de los de toda la vida (pág. 101). ¡Hasta el perrito cocker marrón chocolate iba a conjunto! Una flecha verde con todas las de la ley.

Mª José Suárez nos da envidia por su tipazo y porque tres maromos le tienden la mano para bajar de un yate (nosotras tenemos que bajar del yate solas, si es que llegamos a subir a uno, una pena), pero que sepáis que la vamos a criticar por su estilismo, no por esta envidia. Vale que se llevan los bikinis combinados, parte de arriba de un color y parte de abajo de otro, pero lo que no se hace es coger la parte de arriba de un bikini y la de abajo del otro y hacer ver que van juntos. No cuelan como conjunto el sujetador negro con argolla negra y la braguita de lacitos blanca y roja estampada (pág. 102).

No es un dechado de estilo, precisamente, pero al César lo que es del César. El bikini blanco bandeau de Belén Esteban es bonito y favorecedor, más aún si estás ya morena. Jamás pensamos que se la pondríamos por su estilo, que no va con el nuestro, pero es flecha verde (pág. 105).

Para que luego digan que unas gafas de sol inapropiadas no pueden destrozar una imagen. Que se lo digan a Isabel Gemio (pág. 106). Ella tiene una cara afinada y más bien angulosa, y las gafas Audrey, en la versión de pasta blanca, a pesar de ser pura tendencia este verano, la hacen parecer un moscardón. Demasiado grandes para su óvalo de cara. La idea era buena, el resultado no.

Muy bonito el vestido de novia de Ana Milán,  firmado por Beba’s Closet. De tul de seda natural, escote asimétrico y drapeado con un cierto aire griego, le sentaba fenomenal y seguía una gran máxima: menos es más. Sin lazos, ni encajes, ni volates tipo merengue… sencillo y atractivo (pág. 109). El detalle del broche de libélula en el hombro, otro acierto. Lo que no nos convence es el peinado, pelín despeluchado y un poco lioso, con trenzas, recogido trasero, flequillo suelto… Aún así, una flecha verde como una casa de grande. De las mejores novias de esta primavera-verano.

En el último reportaje de la revista, Judit Mascó nos muestra diseños de Carolina Herrera para este otoño. A destacar, el outfit  del cárdigan de manga corta en camel con cuello de pelo, pitillos pirata y botines peep toe atados (pág. 115). Y para hacerle la ola, el vestido de cóctel negro (LBD), cruzado y con hebilla y lazada lateral y escote en uve con manga francesa. Todas deberíamos poder tener uno como ése en el armario. Tiene que sentar de fábula…

21 de agosto de 2011

AVANCE DE TENDENCIAS OTOÑO INVIERNO 2011-2012

Las revistas especializadas ya empiezan a vestirnos de invierno. En las tiendas, conviven el aire acondicionado a todo trapo con abrigos y cárdigans de lana colgados de los percheros. La verdad es que no apetece nada probarse un abrigo de pelo sintético cuando estamos  a 30ºC… Y encima, te ves la pinta con el abrigo de pelo combinado con unas sandalias, sin medias, of course, y con tu vestidito marinero y te entran ganas de llorar… Y ya ni hablamos si te tienes que probar unas botas de caña alta con el pie embutido en un plástico porque, evidentemente, en pleno verano no llevas calcetines…
En fin que, aún así, hay que ir de tiendas y ver las primeras colecciones (avance de temporada) para extraer conclusiones sobre lo que se va llevar (y lo que no) este otoño-invierno y para influir, un poquito en las tendencias. Estas primeras colecciones dan pistas y “testan” la opinión de los compradores.
De momento, entre las prospecciones que hemos hecho en las tiendas y lo que nos cuentan las revistas de este mes, hemos seleccionado unas cuantas tendencias que parecen repetirse. Algunas nos gustan mucho. Otras no sabemos si acabarán triunfando. En fin, nosotros decidimos y lo que no nos guste, pues no lo compraremos.
¡Voilà nuestra lista! Esperamos que os sea útil para hacer las primeras compras de otoño que os animen un poquito cuando ya no tengáis vacaciones:


  • Reflejos dorados:  Se lleva el oro. Brillante, mate o cobrizo. Tejidos de lúrex hasta para el día a día, no sólo para la noche. Combinado con negro parece una de las tendencias seguras para este invierno.
  • Prendas con pelo: el año pasado el pelo, sintético o no, fue el rey. Abrigos “peludos”, chalecos y ¡hasta bolsos! Suaves y calentitos. La tendencia seguirá, o eso parece, este otoño invierno 2011-2012, pero suavizada. El total look “peludo” desaparece y, en su lugar, aparecen detalles de pelo sobre otros tejidos: cuellos de pelo en abrigos, chales de pelo, bailarinas de pelo de potrillo, etc.
  • Americanas masculinas  XXL: Ya empezaron a aparecer en la temporada verano, aunque de forma tímida. Este otoño serán la tendencia estrella, aunque ni son fáciles de llevar ni favorecen a todo el mundo. Americanas largas, sin entallar, de corte recto y con solapas pequeñas o tipo esmoquin. En negro serán casi un básico. Habrá que estudiar a fondo cómo combinarlas.
  • Los colores tendencia: triunfan las gamas de granate, guinda, naranja caldero y burdeos. Siempre colores cálidos. Un color desterrado este verano, y poco visto la temporada otoño invierno pasada, vuelve con fuerza: el marrón chocolate. Siguen vivitos y coleando el camel y el azul pavo real. También se mantiene el verde césped. Y se impone el blanco en jerseys de cuello cisne y en vestidos de fiesta, aunque no es fácil de llevar
  • Abrigos muuuuy  largos: las siluetas se alargan, y los abrigos casi rozan el suelo. Líneas suaves y cortes clásicos en abrigos extra largos que cubren de la cabeza a los pies. Malas noticias para las más bajitas, que deberán ponerse unos altos tacones para poder estar favorecidas con esta tendencia.
  • Se va el leopardo y llega la serpiente pitón: es el nuevo animal print. En foulards, en bailarinas, en botas, en pantalones, y hasta en abrigos, es el estampado de moda. Buena noticia ésta. Es un estampado discreto, fácil de combinar y ponible a cualquier hora.
  • Con un puntito flamenco: se mantiene el estampado de lunares y de topitos. Con fondos de colores neutros y topitos en blanco. Especialmente en pañuelos, con un aire chic, y en blusas, con un aire lady.




16 de agosto de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 17 DE AGOSTO

El ¡Hola! de esta semana dedica la portada a la Familia Real Española.  Como es política de TheVicBridgeWorld! no comentar sus estilismos, pues no tenemos nada que decir de la portada. Aunque el interior de la revista no tiene desperdicio: desde el reportaje de inicio de Gulnara Karimova hasta el reportaje final de Alejandra Rojas. Pasando por la gala Starlite a la que le dedicamos un apartado especial. Muchas cosas que comentar, así que allá va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:

Desconocíamos la existencia de Gulnara Karimova (lo sentimos, somos una panda de iletrados). Esta despampanante mujer publicita su colección de vestidos y complementos (Guli) y los de Roberto Cavalli en el primer reportaje del ¡Hola! El estilo excesivo de Cavalli se complementa muy bien con el suyo. Las joyas son excéntricas en  forma y enormes en cuanto a tamaño. Con una única pieza habría más que suficiente, pero ella se pone cuatro o cinco juntas y parece un árbol de navidad (pág. 7-17). Total, que las joyas no convencen, pero la casa nos encanta.
Mira que es mona Eva González y nos cae muy bien, pero su vestido-camiseta además de sentarle mal (le hace arrugas por todas partes), y de tener un color extraño (entre lavanda, azul y malva), es un “pingo” (o sea cutrecillo y sin estilo ninguno). Las sandalias de cuña en rosa y las gafas son un acierto y por eso no suspende, pero por los pelos (pág. 18-19).
¡Qué manía les ha entrado a algunas royals con el tornasolado! Empezó Matilde de Bélgica en la boda de Charlene y ahora la propia Charlene ha cometido el error de ponerse un palabra de honor con falda sirena en un rosa oscuro tornasolado que le pone un montón de años encima… Feísimo (pág. 20-25)
¿Quién ideó el horrendo estilismo de Ariadne Artiles para una de las fotos de la campaña de Swarovski? Un jersey calado negro con flecos, un mini-short denim con una vuelta en el camal, un clutch imposible por estrecho y alargado… Pero qué poca clase tiene ese outfit (y más para representar a una marca a la que se le supone el glamour y el brilli-brilli…). Un desastre (pág. 26).
Ayyyyyyyyyyy…¡Qué disgusto! Pasamos porque Laura Vecino no tiene estilo definido y se pone un bikini tremendo fucsia y turquesa (con la braga de rayas y el sujetador liso), de lo más feo. Pero que el hijo de nuestra Naty se pasee con esa pinta de chulo-piscina con un bañador amarillo que le queda estrecho, gafas de espejo y collarcitos étnicos es imperdonable (pág. 30-31). Los suspendemos a los dos y le pedimos perdón a nuestra Naty por ello, pero es que no podíamos hacer otra cosa…
¡Una ola para Paula Echevarría! Nos encanta esta chica. Con un caftán rosa palo con pedrería en gris, clutch en plata y sandalias de plataforma también en gris, está estupendísima. Hay que seguirla y copiarla, está claro (pág. 41).
Un aplauso también para Helen Lindes, con un outfit básico y sencillo pero a la última: vestido negro con escote en v de tirantes, sandalias de cuña negras, cinturón color chocolate y bolso a juego con flecos a lo indio (un must esta temporada). Informal, cómoda y chic. Perfecta (pág. 44).
No sabemos si nos gusta o no. El estilo casual de Paulina Rubio no es apto para cualquiera, pero hay que reconocer que ella lo lleva con total dignidad… (pág. 46). Maxi camiseta de rayas marineras, mini-shorts con los bolsillos al aire, chaleco blanco, gafas aviador,  Shopping bag naranja, sombrero fedora y sandalias negras con flecos. Raruno pero resultón (en ella, que se lo ponen otras y da miedo).
A ver: en pleno agosto y con una media de 35ºC, ¿alguien puede explicarnos que estilista iluminada ha hecho posar a Oscar Higares y a su familia sobre una manta peluda tipo piel de conejo sintética?  Por favor, da sofocón de calor sólo verlo…Arggggg… (pág. 104-105).
El estilo de Alejandra Rojas, posando en un reportaje dirigido por nuestra Naty con moda de la marca Maje,  no nos acaba de encajar. Alejandra tiene pinta de ser todo un carácter y una personalidad arrolladora y la verdad es que los diseños que viste (pág.117-121) son demasiado sobrios para alguien como ella. Tonos neutros y líneas puras que resultan sosos al lado de una cara con tanta fuerza como la de Alejandra.  

Especial gala Starlite
La gala organizada por Antonio Banderas y Eva Longoria incluyó a un nutrido grupo de famosos y famosetes que intentaron ponerse sus mejores galas. Algunos triunfaron. Otros no. Aquí os dejamos un resumen:

Marta Sánchez últimamente nos deja un poco frías. La idea era buena: vestido rojo pasión de escote en v y tirantes en lazada de Lorenzo Caprile. La cuestión es que el vestido era demasiado escotado para ella e ir enseñando pechuga no resulta excesivamente elegante. Con lo que admiramos su osadía al vestir, esta vez, sin embargo, no convence. Aún así, no la suspendemos (pág. 83-84).
Otra escotada, como es habitual en ella, fue Paz Vega. Pero al ser menos voluptuosa que Marta Sánchez, resultó más elegante. Correcto su vestido blanco de manga francesa también de escote en v con plisados en vertical (pág. 84).
A la que tenemos que suspender, sin dudarlo, es a Elena Tablada. Su vestido color chocolate era indescriptible e inenarrable. Un híbrido de escote asimétrico y escote halter, con una falda digna de ser llevada a clases de danza del vientre (con vuelos a tutiplén) y, como siempre, millares de pulserillas de millares de colores, collar, pendientes y unas terroríficas sandalias doradas. Sin perdón (pág. 89). Suspendida.
Otra suspendida es Irene Meritxell, la novia de Imanol Arias, con un extrañísimo vestido rojo sangre con drapeado lateral y con ¡plumas cosidas en la costura! Y con otro plumón negro y verde pegado en la falda. Terrible (pág. 84).
En cambio, hay que aplaudir el estilazo de Eugenia Silva, que demuestra que no es necesario ir enseñando nada para llamar la atención allá donde vas. Con un vestido blanco cuello caja sin mangas con una costura central con drapeado y la melena suelta y ondulada, estaba perfecta. Nos encanta (pág. 85).
Ideal, hay que reconocerlo, Patricia Rato, con un asimétrico entre rosa y coral de Angel Schlesser. El recogido en coleta era juvenil y el clutch con bordados multicolores era una verdadera preciosidad (pág. 86). Cuando deja el estilo cursilón de lado, esta chica triunfa.
El de Paloma Cuevas fue uno de los fracasos más tontos que te pueden suceder. Llevar un precioso vestido fourreau completamente bordado en plata (de Rosa Clará) y estropearlo con unos complementos inadecuados y un peinado inapropiado, es un despropósito. Se puso un clutch pobretón azul bebé y un chal blanco hielo que no ayudaba a lucir el vestido. Y el pelo suelto tapaba el vestido, que hubiera lucido el doble acompañado con un recogido sencillo e informal. No suspendemos el vestido de Rosa Clará (que es de sobresaliente). Suspendemos a Paloma por estropear el vestido con un dudoso gusto (pág. 86).
Una grata sorpresa. No suele prodigarse mucho y jamás aparece en las listas de las más elegantes, pero esta vez estuvo de lo más acertada. Hablamos de Paula Vázquez, con un vestido asimétrico de corte helénico, moño trenzado muy ad-hoc, clutch en plata y complementos de líneas sencillas también en plata. Un diez (pág. 88).
Y dos horrores de la noche: Yvonne Reyes y Remedios Cervantes. Ambas demuestran que los estampados florales son muy arriesgados y que parecer vestida con una cortina de cocina no favorece. Ambas con terroríficos vestidos cortados por el mismo patrón: estampados florales desdibujados, cortes laterales desde la cadera enseñando muslo y sandalias conjuntadas con escaso acierto. Hay que decir que era aún peor el vestido de Yvonne que el de Remedios. Yvonne añadía transparencias y strass para rematar la faena. De llorar de la pena (pág. 89).

8 de agosto de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 10 DE AGOSTO

Cuando pensábamos que la temporada de bodas ya había finalizado, nos encontramos con que no es así. ¡Hasta cuatro bodas hay esta semana! ¡Ay! ¡Qué cansino es esto de ver novios felices a todas horas! Y encima, las bodas de los últimos tiempos no nos están dando muchas ideas. En fin, suerte que el ¡Hola! de esta semana tiene algún outfit estupendo que nos hace olvidar los estilismos de algunas de las invitadas a la boda de Zara Phillips. Allá va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:

No hay cosa más aburrida que los reportajes retocados al milímetro. Colores demasiado brillantes, personajes sin una sola arruga ni un solo brillo en la cara, e irreales cielos azules. Es el caso del primer reportaje, el de Melania Trump con su hijo y su marido. Entre las 126 habitaciones de la “casita”, la foto de Melania “volando” agarrada a una lámpara de araña (pág. 11) o la foto de los dueños de la casa con el servicio (pág. 14), no podemos por más que decir que, en los tiempos que corren, este reportaje es de nuevo rico hortera. ¿Algún miembro del servicio podía negarse a ser retratado?¿Qué hay de los derechos de imagen de esas personas? De mal gusto, de verdad.
En la boda de Charlene no convencieron (excepto Carlota y su vestido de noche con capa), pero hay que reconocer que madre e hija (Carolina y Carlota) son dos modelos de estilo campestre (o de isla, en este caso, que para eso estaban en Capri). Carlota con un mini-vestido floral, sandalias romanas, gafas aviador  y una shopping bag camel es un modelo a seguir. Y Carolina es un espejo para las que ya han superado la barrera de los cincuenta: pantalón de hilo en naranja flúor, camisola blanco roto arremangada y complementada con un cinturón trenzado de esparto y un sombrero fedora con gafas de sol Audrey (pág 18-19). Un diez para las dos.
En cambio, el ex – marido de Carolina, Ernesto de Hannover, es un “poema playero” (pág. 22). Pasear por la playa  con una camisa azul a medio abrochar (enseñando pechamen), unos mocasines de ante que están para tirar, un pareo kikoi de rayas rosas y un maletín-guión libro viejo y los pelos sin peinar es un horror estilístico. ¿Qué pensará su ex - mujer? Nosotros lo suspendemos.
Las hijas de Bertín Osborne son guapas y tienen un estilo personal a la hora de vestir. No siempre siguen las modas y no siempre aciertan, pero se les aplaude la personalidad. En el reportaje en el que nos anuncian sus respectivos embarazos lucen estilismos muy minimalistas (shorts, minis y camisetas lisas de colores neutros y suaves) o florales (minivestidos en tonos pastel). Esos estilismos son muy favorecedores y nunca pasan de moda. ¡Qué vivan los clásicos! (pág. 28-33).
Hay cosas que son, además de feas, irrespetuosas. Que Chente (de nuevo novio de Marisa Jara) se ponga una hebilla de cinturón de un palmo con un Cristo dibujado, ni es moderno, ni es bonito, ni es educado. ¿Se pondría una representación de Alá en el cinturón en caso de que fuese posible? (el Islam prohíbe las representaciones humanas y animales) ¿O una representación de Kali, diosa hinduista? Con la de hebillas de cinturón que hay por el mundo, con motivos de toda índole y mucho más bonitos, no es necesario utilizar símbolos religiosos. Ser elegante pasa por no ofender a nadie y ser políticamente correcto. Que conste que a nosotros no nos ofende, pero no nos parece adecuado (pág. 34). Suspendido.
Una boda (la primera de las cuatro que hay en el ¡Hola esta semana). La de la ex – miss Inés Sainz. El vestido de la novia, de Gimena Garay, era un poquito cursi, especialmente las mangas de tul y el cuerpo con broche de strass, aunque la falda era un acierto. Destacable, Chenoa, con un vestido asimétrico en un tono entre champán y lavanda, de seda salvaje y falda rígida a la rodilla, extraño pero resultón, que le sentaba especialmente bien (pág. 52).
Un estilo playero para copiar: el de la novia de Sete Gibernau (pág. 56). Bikini bandeau, plena tendencia y pamela de rafia. Estupenda.
Otra boda (la segunda que comentamos esta semana). La hermana de María García de la Rasilla lucía un precioso vestido de novia de Basaldúa de organza y tafetán. Cuerpo sencillo, escote caja y sin mangas, y falda trapecio con jaretas. De las novias mejor vestidas de esta temporada (pág. 58).
Que la Duquesa de Alba tiene sentido de la elegancia en el vestir muy particular, es un hecho. Pero no podemos aprobar que se ponga un pantalón de florecitas blancas combinado con un jersey de rayas de colorines que recuerda a la bandera del orgullo gay. Y un gigantesco colgante que no sabemos cómo puede llevar sin descoyuntarse las cervicales. Un desastre estético (pág. 91).
Hace unas semanas reñimos a Mar Flores porque apareció en una cena vestida de señorona y ése estilo clasicón no le iba nada. Pues nos ha hecho caso, se ha puesto en manos de nuestra Naty Abascal (¡quién pudiera ser asesorada por ella!), y luce un estilismo ibicenco y juvenil en el reportaje que es un acierto. Total look blanco roto en mono de Ralph Lauren con complementos, pulsera y cinturón, en turquesa (pág. 94-95). Los outfit florales, pantalón y camisola de Etro y Vestido de Alberta Ferretti (pág. 98-99), de gasa y con un porte romántico y delicado son una delicia. Y el guiño de nuestra Naty a todas las mortales que no podemos pagar vestidos de grandes marcas: el vestido blanco de Mango (pág. 100). Y lo mejor del reportaje, la melena corta de Mar, desenfadada y sin ese liso a lo Cristóbal Colón que llevaba en los últimos tiempos. Un excelente.
En cambio, el reportaje de Raquel Sánchez Silva no convence. Con lo mona que es esta chica y con lo bien que le iría un estilo más dulce, la han intentado convertir en una femme fatale y el resultado es extraño. Esos ojos ahumados y esos pelos leoninos no le pegan nada a la pobre. Sólo se salva el vestido de Oscar de la Renta, con tul bordado en strass negro sobre fondo gris (pág. 107). Gracias a ese vestido no suspende, pero ha estado a punto. 
La tercera boda es la de Tiziana, hija de Adolfo Domínguez. Su vestido, diseñado por ella misma, no nos acaba de convencer. Hecho de piezas de guipur, con escote en pseudo-uve y hombreras, la verdad es que era bonito pero agrandaba su silueta y la hacía borrosa. Aún así, el ramo, sencillo y de tallo largo (la tendencia de ramos que parecen pelotas nos horroriza), el peinado informal y los maravillosos pendientes, le dan un notable de nota media (pág.110-113).

Especial la boda de Zara Phillips:

Empezamos con la fiesta previa a la boda y nos percatamos de que triunfó el color block entre la familia real inglesa. Kate Middelton de verde césped (color tendencia de esta temporada que continuará vigente en otoño) y Eugenia y Beatriz de York de naranja flúor y violeta, respectivamente. Parece que las princesas de York, de vez en cuando no se equivocan (pág. 62).
Terrible el vestido de la novia en la fiesta previa. Lo tenía todo: asimétrico, degradado, drapeado y demasiado corto. Si nos dicen que era un pareo, nos lo creemos. Una pena (pág. 65).
Y llegamos a la boda (cuarta y última del ¡Hola! de esta semana). El vestido de novia era clásico y bonito pero nada indicado para siluetas de cadera ancha y pecho contundente como es el caso de Zara Phillips. La verdad es que no le sentaba bien: el palabra de honor quedaba “cortado” por los tirantes de tul y acortaban el tronco de Zara. Y la falda con pliegues, para dar volumen, hacía su silueta más ancha (pág. 82-83). Aún así, no la suspendemos.
Kate Middelton copió el tocado que Zara ha puesto de moda como invitada en las últimas bodas a las que ha asistido. Circular, plano y vertical y adornado con una enorme flor. En color nude como el vestido-abrigo, los salones de plataforma y el clutch en oro (pág. 72). Muy correcta, como siempre.
Ayyyyy… Y Beatriz y Eugenia de York siguen sin aprender. La primera de azul turquesa con chaqueta acabada en un volante pobretón y una falda de tul bordada en flores y strass, demasiado corta. Y la segunda con una especie de chaqueta con faldones de chaqué pero cortos y con un lazo gigantesco en medio de las posaderas (pág. 74). Un horror.