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22 de julio de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 25 DE JULIO



¡Nos han hecho caso! Esta semana en nuestra revista de cabecera hay menos bodas y más escenas playeras. Ya era hora, porque necesitábamos ver qué se ponen nuestras famosas para ir a darse un chapuzón o a rebozarse en arena. Pero no todo es sol y vacaciones. También hay un bautizo, el de la hija de Enrique Ponce y Paloma Cuevas, y una boda, la de Alec Baldwin. En fin, que aquí os dejamos, como siempre, lo que hay que copiar y lo que no de los estilismos que fotografía y nos muetsra ¡Hola! esta semana:


Hay veces en las que ¡Hola! se descuelga con reportajes de personas desconocidas que nos muestran sus  estupendas casas vestidas con ropa de diseñadores que no nos suenan de nada. A veces, estos diseñadores son un gran descubrimiento, pero en algunos casos pasan sin pena ni gloria. Esta semana, una decoradora desconocida posa con diseños de Simonetta Ravizza (pág. 9-12). Los diseños de Simonetta Ravizza son exagerados, recargados, llenos de colores y de animal print en enormes estampados, y no nos han convencido.

Louis Vuitton inauguró tienda de joyería en París. Y contó con la presencia de celebrities como la Princesa Charlene, Natalia Vodianova, Kirsten Dunst, Catherine Deneuve, Sofía Coppola, o las herederas del imperio Clarins (pág. 22-24). Todas ellas vestidas de Vuitton, of course. Destacaron por su estilazo las herederas de Clarins: Virginie con una camisa de manga corta y pantalón pijama a juego de lunares negros sobre fondo rojo fruto de la colaboración entre la artista Yayoi Kusama y Louis Vuitton, y su hermana Claire, con un vestido corto tipo cóctel de escote en uve y sin mangas combinado con los zapatos Vuitton de la temporada (salones blancos con puntera metalizada).

Mira que Elsa Pataky es guapa. Y encima se ha quedado con un tipazo estupendo después de dar a luz. Pero cada vez que le hacen un reportaje no tienen más obsesión los estilistas que embutirla en vestidos con lycra, de tipo ochentero, que le dan a Elsa un punto hortera que no tiene, pobre. Por ejemplo la especie de funda receñida en animal print de pitón que luce con unos peep toe de plataforma (pág. 31). ¡Con lo mona que está cuando va normalita vestida y no de femme fatale! (pág. 32). Suspende la estilista, Elsa no porque tiene mejor gusto que ella.

Primer estilismo de playa que nos ha encantado: el de Patricia Rato. Bikini bandeau negro, pamela de rafia a rayas horizontales blancas y negras, pareo gris con volantitos al canto, gafas de sol wayfarer, y sandalias de plataforma de madera (pág. 38-39). Fácil de copiar y estiloso a rabiar. Un diez.

El bikini bandeau negro es la estrella de la temporada. También lo luce Cristina Valls-Taberner, pero ella con mini-shorts denim blancos deshilachados, chanclas flip-flop blancas y camiseta básica blanca de tirantes (pág. 42-43). Menos glamourosa que Patricia Rato, pero mucho más juvenil. Un notable alto en estilo.

Las camisetas con flecos en el bajo son lo más in estas vacaciones. Sara Carbonero luce una de esas camisetas con flecos en el bajo pero con manga corta y con el emblema del grupo musical The Grateful Dead (pág. 82), mientras Patricia Conde luce una similar, pero sin mangas, con la Union Jack (bandera inglesa) estampada, que es también tendencia (pág. 44). Apuntar en la libreta de notas: necesito una camiseta con flecos para ir a la playa.

La pobre Jacqueline de la Vega se separa. Y posa en su casa de Bali para contárnoslo. Entendemos que está triste, pero aún así no podemos dejar de decirle que el modelito de traje de noche con el que posa, azul eléctrico, como de tercipelillo, de corte sirena, con escotazo en uve y hebilla gigantesca debajo del pecho (made in Hannibal Laguna) es francamente feo (pág. 48) Y que el photshop que le han hecho en las piernas es excesivo. Un desastre.

De nuevo famosas en la playa, pero esta vez menos acertadas en el estilismo que Patricia Rato. Mar Flores luce bikini de triángulo (cortinilla) de rayas horizontales azules y blancas, un clásico pero más bien soso. Y Amelia Bono se marca un bikini bandeau de florecitas con volantitos que no está mal, pero lo de meterse en el agua con el borsalino de paja nos ha parecido una cursilada, así que no le ponemos flecha verde (pág. 54). Flechas amarillas pues para Mar y para Amelia.

Uyyyyy… Ya sabíamos que Gloria Camila se había hecho mayor. Pero lo que no sabíamos es que la hija de Rocío Jurado y Ortega Cano ha desarrollado un estilo vedette muy poco elegante. Con pitillos lila, camisola blanca con las mangas cortadas longitudinalmente y unos salones de charol nude con plataforma e imposible tacón metalizado, sencilla, lo que se dice elegante y sencilla, pues no va (pág. 56). Ese estilo hay que aligerarlo ya mismo si quiere parecer una chica de su edad…

Hacía tiempo que no veíamos a Penélope Cruz. Y para ver semejante desastre estético, más nos valdría no haberla visto. Pe vuelve a ese estilismo guarrete al que parece que no renuncia cuando va de sport: chanclas blancas y un horroroso vestido, que parece un pingajo, con franjas cosidas de telas estampadas de diferentes flores y escote palabra de honor ¡con una goma rodeando el pecho! (pág. 60). La hace gorda y parece sucia. Una pena.

Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo montaron una fiesta en la costa azul y se disfrazaron como en la peli del Gran Gatsby. O eso dice la redactora. Porque, que nosotros reocrdemos, en el Gran Gatsby nadie llevaba un bolso en forma de banana, como el de Tatiana, ni un tocado en forma de antena parabólica de topos y flores como el de la hermana pequeña de Andrea, Alejandra (pág. 78-79). Hay quien ya no sabe qué hacer para impresionar…

¡Otros bikinis bandeau! Y esta vez, preciosos. Los que luce Lena Gercke, la novia del futbolista Khedira. El primer bikini es de rayas de colores cálidos (naranja, rojo, fucsia, amarillo…) con lazo en el centro del pecho y con lazos laterales en la braguita. El segundo bikini es granate y rojo, bandeau pero con aros y con volantes en la cintura y en el pecho (pág. 85). Para copiarlos los dos.

Otra tendencia playera es la que luce Romina Belluscio. Consiste en llevar las dos partes del bikini “desconjuntadas”. Romina luce braguita morada de lazos laterales y sujetador de lentejuelas en morado, verde y gris (pág. 86). Nos gusta esta tendencia y nos parece práctica para “reciclar” bikinis viejos.

La verdad es que, como estamos cansadas de todas las bodas que hemos comentado desde aquí esta primavera-verano, no vamos a comentar la boda de Alec Baldwin. Sólo un pequeño apunte…¿quién les convenció para diseñar semejante tarta nupcial? La tarta, de tres pisos, luce un floripondio rojo de azúcar que es más grande que la cabeza del novio (pág. 100). ¡Qué miedo da!

Nos encanta que la sección de estilo de esta semana esté dedicada a los trajes de baño. Son mucho más agradecidos que los bikinis porque disimulan mucho mejor los defectillos y estilizan una barbaridad. De entre los que nos muestran en el reportaje, nos quedamos con uno del que nos hemos enamorado. Un diseño verde militar de escote palabra de honor, lleno de volantes que se cruzan en diagonal y que debe hacer un tipazo hasta de un botijo. Es de J. Crew y no es muy barato, pero parece una inversión segura (pág. 115).

ESPECIAL BAUTIZO DE BIANCA PONCE CUEVAS

Enrique Ponce y Paloma Cuevas bautizaron a su hija. La niña es monísima y va idealmente vestida, pero lo que a nosotros nos ha dejado impresionados no es tanto eso como la calidad y cantidad de estilismos a comentar de las invitadas al bautizo. Aquí os los dejamos.

Empezamos por la madre de la niña, Paloma Cuevas. Nos hemos quedado con las ganas de ver alguna foto en la que se aprecie mejor su vestido, pero lo que hemos podido ver nos ha gustado mucho. Era un vestido de tul color gris claro bordado en nude, con forro a tono, y con leves transparencias en un escote barco sin mangas. Correctísimo para un bautizo y muy elegante (pág. 63 y 67).

Una de las invitadas más elegantes fue Nieves Álvarez. Lució un vestido corto y capeado y con cortes al bies en rosa palo combinado con un clutch negro con cierre joya en dorado y pendientes de tres aros en oro. Quizá era excesivamente corto, pero le sentaba de cine (pág. 64).

Otra de las más elegantes fue Núria González, que lució un ceñido vestido de cuerpo drapeado en color sorbete de mandarina. Lo complementó con un bolso turquesa y un chal estampado en naranja y turquesa. La combinación de colores era espléndida. Quizá sobraban los peep toe en plata, pero en general estuvo acetadísima (pág. 64).

Sorprendidos nos hemos quedado al ver que hay gente que no se atiene al protocolo de toda la vida y se viste de largo en un bautizo. La verdad es que ir de largo a un bautizo, aunque sea de tarde, no es bonito porque queda excesivo. Es el caso de Patricia Rato y de su hija, la primera con falda larga blanca y top negro con topos blancos de escote bañera y la segunda con un vestido rojo asimétrico de gasa que era más propio de una fiesta nocturna que de un bautizo (pág. 65). También se equivocó Lydia Bosch con el largo de su vestido de raso verdeagua con escote en uve sin mangas lazada a modo de cinturón y falda con caída. El vestido era precioso pero no para una ceremonia de bautismo  (pág. 66).

Otra desacertada fue Simoneta Gómez Acebo. Pero ella por defecto y no por exceso. Una cosa es pasarse de vestida poniéndose de largo y otra es no llegar, calzándose unas sandalias de cuña de esparto que podría perfectamente llevar para dar un paseo por la playa. Y el caso es que el resto del look, falda corta en plata y blusón blanco de seda era una buenísima idea…(pág. 66).

Y, para terminar, otra invitada que no nos convenció, pero esta vez por el color. Es verano y se llevan los colores alegres o los colores pastel. Así que ir vestida de negro, como Gemma Ruiz, pues hace un efecto invernal que da calor. Y más si el vestido tiene mangas y muy poco escote (pág. 66). Parecía vestida más para un funeral que para un bautizo.

15 de julio de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 18 DE JULIO


Seguimos esta semana con las bodas. Se casó Andrés Iniesta y también se casó Gemma Ruiz. La verdad es que ya estamos un poquito cansadas de tanta boda (nuestros estilismos de boda ya están muy perfeccionados) y lo que necesitamos son ideas de estilismos para ir a la playita. ¡A ver si los editores de nuestra revista de cabecera atienden nuestra petición! Esta semana hay poquito que comentar del ¡Hola! pero alguna cosilla podemos aprovechar, así que aquí va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:



El reportaje de casoplón de esta semana nos muestra la mansión colonial de Marta Marzotto. Es una impresionante casa en Uruguay, con vistas al mar, decorada en blanco y en colores piedra, y con una enorme piscina infinity (pág. 4-13). La dueña de la casa posa en ella vestida con preciosas túnicas de colores (pág. 5, 8 y 11). Las túnicas son alegres y favorecedoras y esconden cualquier quilito de más. Un acierto.

¡Uy! Pippa Middelton fotografiada sin que haya ido a una boda, qué raro. La verdad es que la pobre fue a Wimbledon con un vestido péplum de Project D, en azules y estampado de pajaritos, con manga corta  y escote barco que era más propio de una abuelita que de una chica de su edad (pág. 16). No nos convenció.

Desde aquí le damos la enhorabuena a Irene Villa, que ha sido mamá.  Nos encanta esta chica, que es un ejemplo de superación, de fuerza y de ganas de vivir. Pero nos ha parecido rarísima su camiseta verde llena de pespuntes y con un escote complejísimo (pág. 26). El caso es que, a pesar de ese desastre de camiseta, Irene estaba guapa, así que no las suspendemos (pág. 26).

Adriana Abascal intenta llevar un estilismo con glamour por el aeropuerto. Luce pantalón de pernera ancha amarillo sorbete, camisa de gasa estampada en marrones, de escote barco  y manga al codo, bolso de piel trenzada en color cobre y maxi gafas de pasta marrón. El problema es que sobraba el jersey de croché color crudo y las sandalias de cuña blancas y negras (pág. 28). Con esas dos prendas se organizó nuestra Adriana un lío cromático. Lo que podía haber sido una muy buena combinación se convirtió en un batiburrillo de colores sin hilo conductor. Flecha amarilla.

En la boda de Andrés Iniesta y Anna Ortiz, destacaron por su elegancia dos invitadas: Marta, la hermana de la novia, que lució un precioso vestido verde esmeralda de escote halter, largo y con drapeado a la cintura marcado por un broche-joya (pág. 32) y Antonella Rocuzzo, pareja de Messi, que lució otro vestido de escote halter, tipo pañuelo de seda, estampado en gamas de naranja vibrante, rosa fucsia y verde (pág. 38). Dos flechas verdes.

En Rock in Río Madrid vimos estupendos estilismos rockeros…¿o no? Porque si el paradigma de los estilos rockeros son Blanca Suárez y Amaia Salamanca, apaga y vámonos… La primera lució camiseta de tirantes blanca con dibujo central en rosa y gris y shorts denim. Hasta ahí bien, pero luego la pifió añadiendo a su estilismo un borsalino de paja con un ala de tela estampada en hojas de palmera, un cutre bolso bandolera color mostaza  y unas botas de flecos marrones que daban calor sólo verlas (pág. 44). También daban calor los botines negros XXL con  hebillas laterales de Amaia. Pero lo peor de Amaia fue su minifaldita elástica de rayitas blancas y negras horizontales (pág. 45). Combinada con doble camiseta de tirantes en negro y blanco. Todo un poco hortera, la verdad.

Iker y Sara se fueron a la boda de sus amigos Javier y Victoria. Y esta vez no hablaremos de Sara, sino de Victoria, la novia. Para demostrarnos que hay mujeres anónimas con mucho mejor gusto que muchas famosas, esta amiga de Iker y Sara se marcó un precioso vestido de novia de escote corazón con falda drapeada desde el ombligo, un moño bajo, y un velo también bajo. Impresionante. Un diez para esta anónima (pág. 46).

Otra que se ha casado es Gemma Ruiz. El vestido de novia de Gemma, firmado por Roberto Diz, no sabemos si nos gusta o no. De escote barco por delante y de escote pico trasero, era como un fourreau pero con una falda de espléndida caída y ligero vuelo, con un aire un poco medieval. El hecho de que llevara transparencias a la altura de la cadera con pedrería bordada, y el frontal con vivos verticales y también con pedrería es lo que no nos ha convencido (pág. 53-63). Sin las transparencias y sin la pedrería habría sido flecha verde.

El pelo suelto de Gemma, tampoco nos ha gustado. Los mechones que le caían por los lados de la frente le tapan la cara en las fotos y los mechones que le caían por el escote afeaban el vestido (pág. 62-63). Hubiera estado más guapa con e l pelo recogido.

De entre todas las invitadas a la boda de Gemma, destacó por su elegancia Paloma Cuevas (y mira que no es santo de nuestra devoción). Paloma estaba elegantísima con un vestido rojo de cóctel de Valentino con escote barco con lazo lateral y falda lápiz y un tocado tipo plato en azul tiza y gris de Reyes Hellín con flores y detalles de strass en forma de plumas y zapatos salón calados con tira al talón (pág. 67 y 75). Perfecta.

También estaba elegantísima Anne Igartiburu, con un vestido de encaje nude de Caprile con transparencias en manga y escote y cinturón a juego y tocado también tipo plato ladeado con flores (pág. 68). Muy, muy favorecedor y muy femenino. Es una clarísima flecha verde.

La que es una enorme flecha roja es Fiona Ferrer. Fiona intentó un estilismo rompedor y diferente y la verdad es que lo que consiguió fue un look agresivo y poco agradecido. Lució un vestido de cóctel de Georges Rech cuello caja y sin mangas con un estampado grandísimo de pata de gallo en blanco y negro, rematado con un fino cinturón negro. Por si el estampado del vestido no era suficientemente llamativo, Fiona lo acompañó con un tocado en forma de plato estampado en grandes lunares negros sobre fondo blanco, de Bundle Maclaren (pág. 65 y 70). Daba dolor ver semejante conjunto de estampados…

Y para terminar con esta boda comentar el vestuario de una desconocida en las lides famosiles: Fefa Echániz, la mujer del consejero de sanidad de Castilla-La Mancha (pág. 70). ¿Quién engañó a esta pobre señora? Porque su vestido de fondo blanco con estampado floral en rosa, costuras en negro, fajín fucsia (demasiado grande) combinado con un  pompón de dos flores verde pistacho en la cabeza era una imagen, cuanto menos, insólita (por no decir festivalera) Ayyyy…

Si cuando decimos que el estampado de indio navajo, si es grande, te hace gorda, es porque tenemos pruebas. Por ejemplo, lo mal que le sienta la camiseta de estampado navajo a Cynthia Rossi, la hija de Carmen Martínez-Bordiu. Y eso que la idea era buena: camiseta navaja, jeans color tarongine y sandalias étnicas. Le ponemos flecha verde precisamente porque el outfit era tendencia y por demostrarnos nuestra teoría sobre el estampado navajo (pág. 96-97).

Irina Shayk luce dos de las tendencias playeras del verano: cruzar dos bikinis (o sea, que la braguita no sea igual que el sujetador) y salir al chiringuito con un vestido de croché sobre el bikini. Hay que imitarla aunque nuestro tipo no sea como el suyo, lamentablemente (pág. 100).

La actriz Esmeralda Moya se ha casado. Esmeralda siempre nos ha parecido mona, con cara de muñequita antigua. Y su vestido de novia es también de muñequita antigua: escote palabra de honor, y falda de vuelo cuajada de volantes y piconelas, con velo de tul corto y tieso (pág. 103). Todo un poquito cursi, hasta el ramo de rosas rojas con el tallo forrado ¡de raso rojo! Flecha amarilla, sin más.

El reportaje de moda del ¡Hola! viene de la mano de nuestra Naty Abascal. Nos muestra estilsmos playeros muy boho (bohemios y hippies pero con un punto chic). Sombreros vaqueros de paja trenzada, montones de pulseras de hilo, cuero y plata y capazos de rafia (pág. 108-111). ¿Lo mejor? Que todo lo que luce la modelo Laura Sánchez en el reportaje es de El Corte Inglés y tiene unos precios muy asequibles.

2 de julio de 2012

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 4 DE JULIO



¡Qué viva el amor! La portada del ¡Hola! de esta semana con Iker Casillas y Sara Carbonero nos ha devuelto la fe en el romanticismo. ¡Qué bonito es estar enamorado! Dejando de lado la portada, y también dejando de lado las ¡12 páginas! que nuestra revista dedica a los estilismos de la Princesa Letizia (que no comentamos porque es política de TheVicBridgeWorld no hacerlo porque la mayoría de las veces no nos convencen…), se nota que al ¡Hola! de esta semana ha llegado el veranito. A los habituales reportajes de bodas, fiestas y paseos urbanos, se unen los reportajes de nuestros famosos de vacaciones en la playita. En fin, que aquí os dejamos lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:


El estilo de Andrea Casiraghi es personal y en ocasiones un poco grunge, pero siempre sorprendente y no precisamente fácil de defender. En una cena solidaria, Andrea se vistió de esmoquin (que dicho de paso le sienta estupendamente y lo lleva con clase). Lo sorprendente de su look fue la pajarita (o lazo): en una de las vagas del lazo llevaba incrustada ¡una calavera de strass sobre dos tibias cruzadas! No sabemos si nos gusta o no, pero nos ha divertido el detalle pirata, así que le ponemos una flecha verde (pág. 9).

La echábamos de menos. A ella y a sus fantásticas clases magistrales de estilo. Paula Echevarría nos vuelve a dejar impresionadas con su exquisito gusto. Su look de paseo lo compone: una minifalda pañal en estampado floral en vivos colores (azul Klein, turques, naranja…), un jersey de punto grueso con manga francesa y cuello caja blanco, un collar turquesa, un bolso azul marino tipo sobre made in Vicky Martín Berrocal, unas gafas wayfarer blancas, y unas sandalias bicolores en naranja y violeta. El conjunto es impecable (pág. 14). ¿Lo mejor? Que las sandalias y la falda son de Zara y cualquiera de nosotras se puede permitir comprárselas (y más ahora que llegan las rebajas)

Se lleva el bikini bandeau (la parte de arriba recta como si llevaras una banda sobre el pecho) y se nota. Dos de nuestras famosas más estilosas han sido fotografiadas en la playa con bikinis de parte de arriba bandeau y braguita clásica a la cadera. Eugenia Silva con bikini en negro (pág. 18) y Malena Costa con bikini en blanco (pág. 20). Las dos apuestan por clásicos que nunca pasan de moda.

Se ha casado Margherita Missoni. En vez de elegir un vestido de su marca, se decantó por un Giambattista Valli, asimétrico, original y cuajado de pétalos de flores (pág. 25). Hubiera sido flecha verde de no ser por las sandalias planas plateadas que recordaban a las cangrejeras de plástico que lucíamos de pequeñas en la playa. Una pena que, a veces, intentar ser demasiado original te aboque a la excentricidad.

Uno de los post que publicaremos en breve va sobre el péplum (ése volante que se luce sobre faldas entalladas). Un ejemplo de péplum perfecto aplicado a trajes de ceremonia fue el vestido de novia de Andreína Rojas. Un diseño de escote corazón, cuerpo drapeado y falda capeada con péplum que era una preciosidad. Un acierto también el velo sencillo y el recogido sencillo. Una novia espléndida (pág. 32).

La suegra de Andreína, Lilia López, pareja de Sebastián Palomo Linares, no acertó con su estilismo. A determinadas edades un palabra de honor excesivo no sienta bien.  Su vestido rojo de Hannibal Laguna no le hacía justicia:  con una enorme lazada falsa en el pecho sobre el escote corazón, el pecho visualmente parecía bajo, y el corte helénico  con un ligero drapeado no permitía ver el tipazo que tiene Lilia (pág. 33).

Que una mujer sea un icono de estilo no es casualidad. Conlleva su trabajo, no os creáis. El estilo casual de Sara Carbonero en la Eurocopa está perfectamente estudiado. Ella sigue su línea (camisetas amplias y pitillos con botas o botines) y parece natural. ¡Pero la hemos pillado! Conjunta su camiseta naranja coral con un lápiz de labio del mismo tono, exacto. Un diez para Sara (pág. 44-45). Y desde aquí reivindicamos que se puede ser profesional y preocuparse por la moda (que es nuestro caso, y ni somos bobas ni frívolas ni nos han regalado nada).

Esta chica nos parece un despropósito estético, pero la verdad es que nos cae bien. Asela Becerril va a su aire y pasa de las modas. Sale del hospital donde acaba de tener a su primer hijo con un vestido de flores que no se pondría ni nuestra abuela, con unas terroríficas sandalias negras, que tampoco se pondría nuestra abuela, y con la pulserita de enferma de hospital aún en la muñeca (pág. 47). Vamos que pasa de lo que el resto pensemos de su atuendo. Le pondríamos flecha verde por su valentía, pero es que es una flecha roja taaaaan clara…

A ver, que sabemos que es tendencia llevar una mini, un vestidito o unos shorts con botas o botines, pero a nos parece hasta poco higiénico ir a la playa con botines o con botas. Como Mar Flores (pág. 49). Ser elegante consiste en saber vestir adecuadamente en cada ocasión y las botas no son para la playa igual que las chanclas no son para las bodas. Fatal, Mar.

Isabel Preysler y sus hijas vuelven a derrochar glamour en la graduación de Ana Boyer. Isabel con un traje pantalón de americana corta y entallada con solapas en color blanco roto y cuerpo blanco de escote en uve; Ana con un vestido corto sin mangas de gasa en nude con cinturón dorado trenzado y pumps peep toe en nude; y Tamara con un vestido corto sin mangas y escote en uve con cremallera frontal, mini cinturón dorado y peep toe nude con tachuelas cónicas doradas (pág. 54-57). Perfectas, como siempre.

Otra novia de esta semana es Mercedes Bohórquez. Mercedes lució un originalísimo y arriesgado vesido de Roberto Diz con escote barco y manga larga con hombreras bordadas con apliques de estrellitas doradas, apliques que también llevaba a la altura de la cadera (pág. 61-62). ¡Mercedes lucía los mismos zapatos que Tamara en la graduación de su hermana! Unos peep toe nude con tachuelas cónicas doradas. La verdad es que nos ha conquistado la originalidad de Mercedes y es flecha verde.

Imponente es como acudió nuestra Naty Abascal a la boda de Mercedes Bohórquez. Con un vestido de Óscar de la Renta con paillette en plata, de corte sencillo, cuello caja, sin mangas y largo perfecto por la rodilla, no se podía estar más elegante. Combinó el conjunto con un mini-cinturón gris claro, sandalias romanas plateadas, clutch plateado grabado en animal print de pitón y grandes pendientes y pulseras también en plata (pág. 62). Nuestra musa nunca nos defrauda.

Lo que no nos ha acabado de convencer de la boda de Mercedes Bohórquez son los vestiditos de las damitas de honor. De aire marroquí, parecían chilabas blancas ribeteadas en oro. Además, llevaban babuchas. La verdad es que las niñas estaban muy monas y los vestiditos eran preciosos, pero el clásico estilo marroquí chirriaba al lado del estilo futurista del vestido con hombreras con tachuelas de estrellitas de la novia. El conjunto novia+damitas estéticamente quedaba raruno, aunque no lo suspendemos (pág. 60).

La madrina de la boda, María Bultó, no estuvo tampoco acertada con un vestido azul tornasolado de Rosa Clará, palabra de honor, entallado hasta la cadera y con cinco inmensos volantes en la falda que recordaban a las faldas de una mesa camilla. Además, el bolsito-clutch abanico en rojo y con tachuelas en plata, que era bonito, se veía demasiado pequeño al lado de tanto volante (pág. 64). Una pena porque María tiene un estupendo porte y podía haber lucido más.

La que nos ha dejado patidifusas es Inés Domecq. Averiguaremos de dónde es su maravilloso y elegantísimo vestido fourreau de cóctel en color gris topo cubierto desde los hombros hasta la cadera con una elaborada filigrana de hilos de oro (pág. 66). Y os lo diremos. También reconocemos que Inés combino el vestido con mucho acierto: clutch de animal print cocodrilo en negro, salones negros con plataforma y uno de los peinados tendencia de este verano: la trenza lateral deshilachada. Un diez.

Combinar estampados es difícil, pero algunas famosas lo hacen a la perfección. Como Miranda Kerr, con unos minishorts florales en violeta y fucsia y una camisa floral en blanco y fucsia (pág. 73). Difícil pero no imposible, ella lo demuestra.

En otra boda nos encontramos con Terelu Campos, que nos da una buenísima idea para derrochar estilazo cuando tu figura tiene curvas: un vestido asimétrico en color fuerte (en este caso en azul Klein, con drapeado opuesto al lado donde se halla el tirante del vestido. Largo y sin ceñir, no puede ser más favorecedor ni sentar mejor (pág. 95). Y un acierto los complementos en plata. Quizá fue un exceso el reloj de plástico también azul, pero por lo demás es una flecha verde bien grande acompañada por nuestro agradecimiento por darnos buenas ideas.

En cambio, sus compañeras televisivas, Rosa Benito y Chayo Mohdano estuvieron desacertadísimas en  otra boda a la que acudieron. Chayo con un vestido pobretón de volantes y con un bolso-abanico de topos no apto para una boda y Rosa con un conjunto de pantalones negros anchos y un cuerpo de lunares blancos sobre fondo negro con volantes en escote y mangas y lazada a la cintura que le ponía muchos quilos encima que no tiene (pág. 96). ¡Ah! Y ambas posando con gafas de sol. A las bodas no se va con gafas de sol, es una metida de pata protocolaria.

Mención aparte merece Jessica Bueno, cuyo vestido de escote asimétrico con manga corta y corte imperio era adecuado y favorecedor para una embarazada, pero cuyo tocado, a pesar de no ser feo, le sentaba francamente mal porque estaba pésimamente colocado y no le permitía ver (y creemos que tampoco le permitió comer en el convite). A pesar de todo, y visto que las invitadas no tuvieron su mejor día estilísticamente hablando, fue una de las mejores y por eso es flecha amarilla (pág. 97).

El reportaje de moda dedicado a Cavalli es como él. Excesivo, barroco, fuerte, salvaje y ostentoso. Nos encantan los minivestidos en seda plisada con estampado de flores y recubiertos de paillette en cascada (pág. 107). Excesivos y lujosos. Puro Cavalli. ¡Quién pudiera vestirlos!