29 de abril de 2011

¡FLUORÍZATE!: CÓMO COMBINAR LOS COLORES FLÚOR DE MODA ESTA PRIMAVERA


Estás ojeando los escaparates con tendencias primavera verano 2011 y  te topas un denominador común: se llevan los colores flúor. Desde naranjas ácidos pasando por fucsias vibrantes o verdes intensos. Como son colores favorecedores y alegres, te animas a comprarte unas cuantas prendas de esos colores y entras en el probador, te pones a combinar falda fucsia, camisa amarilla y zapatos verdes (poco discretos todos ellos...). Cuando sales y te miras en el espejo para analizar el resultado… ¡Horror!... ¡Pareces un payaso lleno de colorines! Un desastre.

Vamos, que la parte moderna de tu personalidad no llega a tanto y no hay quién admita tanto colorín. ¿Qué se puede hacer al respecto? Pues escoger una serie de combinaciones concretas y un poco más discretas y aliarte con los accesorios. Aquí te dejamos unas cuantas sugerencias para que puedas lucir colores flúor sin parecer un teletubbie:


No combines estampados con colores flúor y, si lo quieres intentar, apuesta por las rayas en blanco y un color flúor. Olvida las flores grandes, los cuadros (que están totalmente out) y los estampados de paramecios gigantes de múltiples colores que te ponen kilos encima.

Si quieres mezclar colores flúor entre sí, te arriesgarás menos si los combinas de dos en dos. Por ejemplo, blusa fucsia y falda azul pavo, o vestido naranja con complementos en verde.  Si aún así, si te arriesgas a combinar tres colores flúor entres sí, intenta que la aportación del tercer color sea sutil. Por ejemplo, con la blusa rosa y la falda azul pavo, añade un cinturón estrecho en naranja.

Otra de las opciones para no fallar, si eres de las menos atrevidas, es mezclar un solo color flúor con colores neutros, como el blanco, el negro o colores en gamas del nude al camel. Nunca, salvo que seas una creadora de tendencias reconocida y no tengas ningún complejo, combines colores flúor con colores fuertes, como el rojo. Pasar del estilazo a la horterada es muy, pero que muy fácil…

La forma más fácil para no romperte la cabeza con complejas combinaciones cromáticas es aplicar los colores flúor a los complementos. Elige un total look neutro, todo al blanco, todo al beige o todo al negro y aporta el color flúor con unos peep toe azules, con una bandolera verde  o con una gafas de sol naranjas.



Finalmente, unas pautas generales sobre los colores que combinan mejor entre sí:

-        Fucsia: combínalo con naranja o con azul pavo. Con amarillo el resultado es demasiado agresivo. Algunas gamas de rojo, las menos chillonas, también combinan bien con fucsia.

-        Naranja: combina con casi todos, con verdes, con fucsias y con azules. La combinación del naranja con amarillo es de las más difíciles, aunque si estás morena puede resultar favorecedora.

-        Azul pavo: es el básico de los colores flúor. Combina con todos los demás. El azul mezclado con el verde o con el amarillo es más estridente y con fucsia y naranja más suave.

-        Verde: queda muy elegante con fucsia y con naranja. Con determinadas gamas de azules es de los más fáciles de combinar. Hasta con rojo es llamativo, pero con amarillo no acaba de cuajar.

-        Amarillo: El más complicado de combinar. Además, hay que llevar cuidado con su combinación con colores neutros: blanco y amarillo pueden hacerte parecer un huevo duro; negro y amarillo pueden hacerte parecer la abeja Maya.

26 de abril de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 27 DE ABRIL

Empiezan los BBC (Bodas, bautizos y comuniones) y eso se nota hasta en el ¡Hola! Desde el bautizo de los royals daneses hasta la boda de la hija de Bertín Osborne. Estamos de suerte, hay muchas cosas que observar y muchas ideas que extraer de los estilismos de las invitadas. Además, las tendencias de primavera también se empiezan a notar entre nuestras celebrities. En fin que, como siempre, aquí os dejamos  lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana (aunque con un poquito de retraso a causa de las vacaciones, perdonadnos):
Llama la atención el predominio de los azules en los estilismos de las invitadas al bautizo de los mellizos de los príncipes de Dinamarca. Una lección de estilo la de la princesa Mary: vestido de manga francesa con un ligero abullonado en los hombros, cortado a la cintura y con falda lápiz, escote barco y color azul pavo. Acertadísima la combinación con salones nude y broche de zafiros. Un sobresaliente. (pág. 5-7).
Menos acertada, aunque correcta, la hermana de la princesa, en raso, manga japonesa y falda evasée también en azul pero más turquesa, con un clutc de plieguecillos que parecía un blandiblú. Los bolsos de fiesta, si se han de llevar en la mano, cuanto más rígidos, mejor (pág. 6).
La madrastra de la Princesa Mary, no sabemos de dónde había sacado el vestido, pero nos hubiera gustado saberlo para decirle unpar de cositas (y no muy bonitas) al modisto o a la modista en cuestión. Una “especie de bata”, cruzada, roja y negra y ¡acoclchada! Con unos botones dorados de 5 cm cada uno agrupados de dos en dos. Y un tocado minúsculo que se confundía con su pelo. Terrible (pág. 6).
Espectacular, también en azul aunque éste era marino, la princesa Tatiana de Grecia. El tocado de plumas en azul pastel era una delicia y el corte del sastre nos hace pensar en Armani o en Valentino. Con stilettos azul marino y clutch de cocodrilo tintado del mismo azul. Sobria y perfecta, además de guapa (pág. 9). Un encanto su marido que conjuntó la corbata con el estilismo de su mujer en dos tonos de azules.
Confirmado, somos fans del estilo “Charlene”. La futura princesa de Mónaco nos ha dejado con la boca abierta con su estilazo yendo al tenis: pantalón ancho blanco, sandalias nude, camiseta de rayas marineras en negro y blanco y blazer negro. Y una sencilla coleta. Suave, simple y pura tendencia (pág. 17)
Aunque la foto no le hace justicia, nos gusta mucho el estilo de la novia de Rafa Nadal, Xisca: Camisa blanca (un comodín), baggie pants gris alpaca tornasolados y botines peep toe de ante troquelado. Siguiendo la estela de Sara Carbonero. Pues eso, que nos gusta (pág. 18)
Núria González celebra su cumple y se va por ahí a comer. Vale que la comida era familiar, pero creemos que el outfit era excesivamente de sport para ser la homenajeada de un cumpleaños: denim pitillo, jersey oversize verde esmeralda, bailarinas camel y bolso de piel de avestruz en azul pavo. Es estilismo era acertado, pero para ir al parque o de rebajas (pág. 34)
Nuestra musa Isabel Preysler se ha ido de vacaciones con su familia y la imagen que nos han dejado en el aeropuerto ha sido talmente un reportaje de tendencias (pág. 40-41). Ella, Isabel, con un perfecto look navy con camiseta de rayas blancas y negras y pantalón negro. Su hija Tamara Falcó con look casual, pantalones de loneta crudos, blusa con románticos pliegues en rosa empolvado, y cazadora de cuero color caramelo. Ambas se cambiaron en el avión y renovaron estilismos: la madre con camisa blanca básica y cárdigan azul pavo, y la hija cambiando la romántica blusa rosa por una blusa blanca. La hermana menor, Ana Boyer, además, nos ha reconciliado con el mundo luciendo una camiseta básica blanca y un jersey gris ¡igualito a uno de Zara de hace dos temporadas!, unidos a un pitillo negro y un blazer gris. Todo muy chic y fácil de copiar. ¡Queremos ser como esta familia y salir tan estupendas de los vuelos transoceánicos! (Y no como salimos: arrugadas, ojerosas y con los tobillos hinchados como botas Ugg…)
Ideales Cecilia Gómez y su nuevo novio paseando por la noche: ella con pantalón nude y camiseta blanca, cazadora de cuero marrón chocolate y botines peep toe de la misma gama. Él con jeans oscuros desteñidos, camiseta blanca y sobrecamisa de cuadros azul marino arremangada. Muy sport y muy cuidado todo el conjunto (pág. 53)
De nuevo Elena Tablada sin acertar. De verdad que no le tenemos manía y que estamos deseando decir que va monísima, pero no podemos. Estropear un vestido de Missoni yendo sin peinar, con pulserota, pendientes gigantes y anillote y con la chaqueta a medio poner es un pecado…No se lo perdonamos y la suspendemos (pág. 54)
Jeniffer López ha vuelto. Después del patinazo que tuvo en los Óscar, nos ha vuelto a enamorar en una boda a la que asistió con un fourreau cuajado de paillette, con escote strapless (palabra de honor) en plata y con pendientes y pulseras a juego. Lo mejor, el pelo retirado en una aparentemente sencilla y larga coleta. Sin seguir las tendencias también se puede estar perfecta, porque hay clásicos que no fallan. Un diez (pág. 58)
En la misma boda que Jennifer, Katie Holmes metió la pata. Con camisa blanca de popelín con un cuellecito pobretón, falda mojil que nos recordaba a Sor María de “Sonrisas y lágrimas” , el pelo fosco y sandalias de ante camel con bolso blanco. Suponemos que lo intentó y no lo consiguió. Hay veces que las creadoras de tendencias tienen días confusos… (pág. 58)
Aunque un poco clásicos, todos los outfits de Charisse Verhaert en el reportaje de Naulover son dignos de tener en cuenta. Especialmente el primero (pág. 96): falda lápiz blanca, top y cárdigan en punto de  seda en crudo, cinturón animal print de serpiente a tono y brazalete XXL en oro mate. Ideal para una rubia.
¡Cómo se nota que se ha paseado por las mejores pasarelas del mundo y que sigue estando al día! El mejor outfit de toda la revista es el de Nieves Álvarez acudiendo a la cena de Tod’s. Mezclando salones, cuerpo de gasa nude, bolso a tono y falda naranja flúor. Estiloso, con clase, elegante y de tendencia. Lo copiamos, seguro (pág. 107).
En la misma cena, y siguiendo la tendencia de los monos en dos estilos muy dispares, Jose Toledo y María Chávarri. Jose con un mono camisero excesivamente sport (quizá con otro peinado lo hubiera realzado más) y Marta con un mono palabra de honor al que le sobraba el cinturón acharolado. La idea era buena. El resultado no tanto…(pág. 106).
Un apartado especial para la boda de Eugenia, hija de Bertín Osborne. Empezando porque a todas nos encanta su padre (y nos seguirá encantando), aquí van los estilismos que nos han llamado la atención:
La novia nos ha dejado un poco frías… No sabemos si el traje nos gusta o no. El caso es que la idea era buena y a ella le iba, pero quizá nos hubiera gustado más la base sola, sin el shari que le pusieron encima. Eso sí, el recogido y los zapatos, preciosos (pág. 62-63)
Monísima y juvenil su hermana Claudia, con el color de moda para invitadas a bodas: el color coral en versión nude. De raso asimétrico y corto y con líneas sencillas, con un recogido juvenil, estaba muy favorecida. Aunque le hubiéramos puesto unos zapatos menos “pesados” a la vista, la hemos encontrado estupenda (pág. 61)
En cambio, la hermana mayor, Alejandra, de la que admiramos su personalidad y estilo en todo lo que hace, nos ha decepcionado. Su vestido azul oscuro de manga larga que mezclaba terciopelo y transparencias era más apropiado para el mes de enero que para finales de abril. Y el tocado era un cruce entre una boina y una montera torera. No estaba nada favorecida y mira que es guapa. La tenemos que suspender (pág. 61)
Ideal Fabiola, con sastre gris azul-verdoso, un tocado espectacular (de cuya existencia ya sabíamos gracias a N.B. que nos avanzó lo bonito que era antes de que lo viéramos). Quizá le hubiéramos quitado los guantes y le hubiéramos rebajado un poco el escote, excesivo para una ceremonia por la Iglesia, pero aún así, nos gusta (pág.66).
Aunque la mejor, con diferencia, fue la madrina y madre del novio con un vestido rojo oscuro de Caprile que muchas quisieran para sí. En terciopelo, largo hasta más allá del tobillo, cortado bajo el pecho y con cuerpo bordado en arabescos de chiffon. Lo que hay que copiar: el escote del vestido, muy favorecedor. Toda una señora (pág. 68).
Muy poco acertadas la tía y la prima de la novia. La tía, hermana de Bertín, con un vestido de floripondios con bajo de volante abullonado francamente feo y conjuntado con zapatos en plata y complementos en rojo, trufado con un abrigo azul pavo. Un revuelto de tendencias con poca gracia. La prima, con un vestido morado, verde esmeralda y amarillo que preferimos ni comentar porque no queremos mirarlo, nos estresa… (pág. 75)

22 de abril de 2011

THE COOL TRAINER: ¿CÓMO COMBINAR UN VESTIDO CAMEL?

La pregunta que hemos escogido esta semana admite muchas respuestas y, por eso, hemos pensado que podría serle útil a mucha gente y dar mucho juego. Aquí está:

¿CÓMO COMBINAR UN VESTIDO CAMEL E IR A LA ÚLTIMA?

En el fondo, un vestido camel (especialmente si es liso), es como un LBD (vestido de cóctel negro o little black dress). El camel es un color neutro, muy combinable, aunque menos favorecedor que el negro, al que se le puede sacar mucho partido.

De día, por ejemplo para ir a la oficina: nuestra idea sería combinarlo con unas bailarinas bicolores (vistas en Blanco), un bolso tipo kelly que combine arpillera y cuero (visto en Sfera) y collares étnicos (vistos en cualquier mercadillo). Si le añadimos un trench color piedra (visto en Mango) o naranja para las más arriesgadas el resultado es un look lady depurado.

De tarde, por ejemplo para ir de compras: nuestra idea sería combinarlo con un cárdigan finito de algún color empolvado (vistos en Stradivarius), foulard animal print en gamas de marrones (visto en cualquier mercadillo), sandalias romanas en camel (vistas en Bimba y Lola) y bolso bandolera camel (visto en Zara). El resultado es una mezcla entre apache y niña bien.

De noche, por ejemplo para ir a una cena informal: nuestra idea sería combinarlo con sandalias de tacón o botines de cuña también en camel (vistas en H&M), bolero de punto y de manga corta en rosa fucsia (visto en Blanco) y pendientes de aro con abalorios en rosa fucsia (vistos en cualquier mercadillo) y clutch de paja trenzada o cualquier otro material natural (visto en Bijoux Brigitte). El resultado es completamente chic.

20 de abril de 2011

ZAPATOS PLANOS QUE SE LLEVAN ESTA PRIMAVERA-VERANO 2011: ¡DALE UN RESPIRO A TUS PIES!

En posts anteriores, nos hemos centrado en las botas y botines y en los zapatos de tacón que puedes ponerte esta primavera. Eso sí, como los lleves full time, en breve tendrás unos juanetes gigantes, nada glamourosos. Aún recordamos los juanetes de Victoria Beckham la última vez que la vimos en una revista. La pobre chica había sucumbido a la tentación de los stilettos hasta para hacer la cola de embarque en el aeropuerto, y eso le había pasado factura.
A ti no tiene por qué pasarte lo mismo. Alterna tus zapatos, botas y botines de tacón imposible con zapato plano y dale un respiro a tus pies. Te lo agradecerán. Te dejamos aquí una lista de los zapatos planos que son tendencia esta temporada, y otros no tanto pero aún pueden ponerse sin estar out, para que te compres o rescates de tu armario algún par y tengas unos pinrelillos descansados y felices:


BAILARINAS: Son una delicia y dulcifican cualquier look convirtiéndote en una señorita. También se llaman manoletinas, en honor a las que llevaba el torero Manolete. Las hay de todos los colores e incluso estampadas. Esta primavera busca unas color azul pavo, rojas o con estampado de animal print o de rayas. Son un clásico las bicolores, acolchadas, especialmente las de color crema con puntera en negro. ¡No te las quitarás! Combinan con casi todo: pitillos, jeans, leggings, faldas tubo, shorts o pantalones capri (piratas). Un básico.


ROMANAS: Sandalias de tiras, normalmente de cuero. La última moda son romanas en gamas de marrones. Combinan muy bien con faldas largas y vaporosas, de colores claros o con estampados florales. También con pantalones capri y shorts. Puntos en contra: no quedan muy bien con faldas lápiz o minis y, no nos engañemos, no favorecen a las piernas regordetas.


ZAPATOS OXFORD: son, junto a los zuecos, los zapatos estrella de esta primavera 2011. Hace poco hicimos un post específico para este tipo de zapatos. Recordemos alguna de las ideas de ése post: predominan los Oxford en gamas de colores suaves tipo colores empolvados (rosa palo, gris claro, blanco tiza…); combinan bien con trajes masculinos de pantalón recto o ancho; para las más delgadas, proponemos un vestido vaporoso o una falda larga en un color llamativo  con una sencilla camiseta blanca ajustada.


DEPORTIVAS: Las Converse de siempre, en zapatilla o en bota, siguen de plena actualidad, especialmente en combinación con un jean pitillo. Y si encima son color oro o plata mate, tienes un must en el armario. Igualmente, las de color azul marino, negro o rojo jamás pasarán de moda. Evidentemente, siempre para sport o en look casual Friday (o sea, que es viernes en la oficina y mi jefe me deja ir de sport).


FLIP-FLOP: Las chanclas de toda la vida, también llamadas brasileñas. Las de plástico son sólo para la playa o para pasar tardes de ocio en pleno mes de agosto. Ojito con ir a trabajar o tener una cita importante con ellas, no visten nada. Para eso existen variantes de las flip-flop en cuero o en tela, con brillos y abalorios étnicos. Incluso las hay con flecos, estilo apache. Aunque son mucho más ponibles, espera a que haga calor para estrenarlas. Queda raro en abril ya casi con el pie al aire… la gente se preguntará qué calzado vas a ponerte en agosto o si vas a ir descalza como Jane de Tarzán…


NÁUTICOS: Desde hace mucho tiempo son patrimonio del género masculino, pero en las últimas temporadas, gracias al estilo navy, se han puesto de plena actualidad. Hay que llevar cuidado porque si son muy grandes, pueden hacer el efecto óptico de engordarte la pierna, y por ello son más adecuados para piernas delgaditas.  Con pantalones rectos o bermudas y con camisetas de rayas son ideales para pasear por la tarde cerca de una playa.



MOCASINES:No están especialmente de moda esta temporada, para disgusto de Tod's, pero como son un clásico, tampoco chirrían. Cuidado con ellos porque te pueden poner años encima si no te arriesgas mucho con el look. Siempre con pantalón. Ideales con shorts y camiseta de color o con pantalones Capri.

18 de abril de 2011

¡LEGGINGS A TODAS HORAS!: ¿CÓMO COMBINARLOS?

Existe una tendencia que se ha afianzado en las últimas temporadas hasta convertirse en un clásico: los leggings. A pesar de que gurús de la moda opinan que son lo peor de lo peor (como por ejemplo, Manolo Blahnik en una entrevista reciente), la verdad es que son muy cómodos, fáciles de meter en cualquier maleta y te los puedes poner tanto de día como de noche, en verano y en invierno.
Hay leggings hasta el tobillo, con o sin tiras de sujeción al pie o tipo pirata, a media pantorrilla. Y de tantos colores que ríete tú de la paleta de Pantone. Hay leggings estampados, lisos, 100% licra o con un porcentaje de algodón. ¡Hasta los hay de cuero o con pailletes!
Sólo hay un problema: los leggings esconden una serie de códigos que hay que cumplir si no quieres parecer una seguidora de la moda ochentera pasada de rosca con un enorme pandero o con unas piernas gordinflonas.
Dicho esto, aquí os dejamos los códigos que hemos de cumplir casi todas para estar ideales, además de comodísimas, con nuestros leggings:
  • Nada de zapatos salón con leggings: combina tus leggings con bailarinas o botas de día y con sandalias o botines de noche. Los leggings son informales y dan un toque moderno, todo lo contrario que los zapatos salón. Mezclar, en este caso, queda  raro.
  • Los leggings hasta la rodilla (también llamados “ciclistas”) son sólo para ir en bici. Y para nada más. Sólo combinan con camisetas anchas y sudaderas, así que o son para el gimnasio o destiérralos del armario. Las más bajitas deben evitar los leggings “piratas”: los pantalones pirata, acortan la pierna y te hacen más bajita. En caso de que seas bajita y quieras ponértelos, combínalos con unas buenas sandalias de tacón.
  • Sin enseñar la parte baja de la espalda: tanto si los combinas con un vestido como con una camiseta o con una camisa, intenta que lo que sea que te pongas encima de tus leggings  tenga un largo, como mínimo, hasta medio muslo. Sólo las supermodelos, y no todas, pueden permitirse marcar tanto la silueta e ir por ahí enseñando pandero.   
  • Los leggings tienen talla: vale, son elásticos, pero todo lo que se aprieta tiene que salir por otro lado. Si te compras una talla menos que la que necesitarías, tanto en la cintura como en el tobillo te saldrán unas “preciosas” lorzas, nada favorecedoras. Si, como una servidora,  eres una de las del club del 90% de celulíticas del mundo (celebrities incluidas),  la celulitis se verá mucho más si tus leggings te quedan pequeños. Tampoco favorece nada que te los compres grandes y que se te arruguen a lo largo de la pierna.
  • Ojo con los colores y las texturas: no todos los leggings sientan bien a todo el mundo. Los estampados o bordados con pailletes sólo son aptos para piernas bien definidas y para estilismos atrevidos. Los leggings “efecto cuero”, en cambio, son aptos para casi todas siempre que sean de colores oscuros. 
  • Los leggings con tira que sujeta el pie se ponen con calzado abotinado: la tira en cuestión es para que el legging no se arrugue y se quede en su sitio, no para ir enseñándola. Este tipo de legging, siempre con botín o con bota.

16 de abril de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 20 DE ABRIL

No hay ningún reportaje de una casa enorme esta semana para empezar nuestra revista de cabecera, pero la boda de Rosario Mohedano da mucho de sí. Merece un post por sí sola (y no son sólo comentarios negativos, hay que decir). Allá va, como siempre, lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:
Nos preocupa no coincidir con la redactora que opina que el vestido de Carlota de Mónaco en una noche solidaria es elegantísimo (pág. 6). Strapless (palabra de honor) amarillo con flores en oro y blanco y con fajín amarillo a tono con bordados en blanco. La verdad es que no es feo, pero tampoco es para morirse de la emoción. Lo que sí nos gusta y mucho, son las sandalias doradas de YSL.
Sin comentarios las slippers, que aquí comercializa scalpers, de Andrea, hermano de Carlota, en la fiesta. ¡De animal print de cebra! Porque a esta familia cualquier estilista les perdona cualquier cosa gracias a su pedigree, pero no es de recibo ir a ninguna fiesta en zapatillas, aunque cuesten más que unos zapatos (pág. 8).
Mucho mejor, la clase aumenta con los años, la madre de ambos, Carolina de Mónaco. Con un smoking negro y top blanco y unos preciosos pendientes de brillantes (pág. 13).  Puro estilo y sobriedad. Igual que en su estilismo de día: pantalón negro, camisa blanca, chaqueta gris tornasolada, peep toe negros  y bolsa portadocumentos en camel. Sencillo y efectivo (pág. 14).
Máxima Zorreguieta es simpática y resultona. Y además sigue las tendencias al milímetro. Con un vestido animal print de serpiente y collares de anillas en oro consigue un look moderno sin estridencias (pág. 20). Quizá sobraban las botas mosquetero, pero se lo perdonamos. Hemos visto un vestido muy similar en Zara, por si alguien que lee esto está de acuerdo con nosotros y quiere imitarla.
Margarita Vargas está estupenda. Ya comentamos hace unas semanas que ha mejorado una barbaridad. Animando a su marido con un total look azul marino, bailarinas azul pavo, maxi bolso azul y foulard animal print también en azul. Perfecta para una mañana deportiva. Le damos un notable muuuuy alto (pág. 22).
Despliegue de tres vestidos de Pronovias en el reportaje de Astrid Klisans, novia de Carlos Baute. El mejor, porque ella se lo puede permitir, el vestido corto asimétrico a tiras color crema (pág. 27). El outfit sport para ir por ahí en helicóptero también es un acierto: jeans pitillo, camiseta blanca, cadena larga con colgante y sandalias de cuña (pág. 29). Sólo sobraba la pulserita-goma de  pelillos, peluchín o  no sabemos bien, bien qué era…
Jaydy Mitchel en NY intenta un estilo casual que es acertado, pero de repente, chirría todo el conjunto con un bolso amarillo limón bandolera que hubiera cuadrado con otro look pero no con ése. ¡Hay que cuidar más los complementos! (pág. 39)
Tamara Falcó debuta con un programa de estilo. No nos extraña, lo lleva en los genes. No hay más que ver su  outfit en el programa: trench color piedra, jeans pitillo, gafas Audrey de concha, bolso caramelo de Hermès y peep toe con plataforma también color caramelo. Un diez. (pág. 42)
En la inauguración de un corner de El Corte Inglés, se reúnen unas cuantas fashionistas. O eso leemos. La única que merecía la pena analizar era nuestra Naty Abascal. Las demás que salen en la foto, era mejor no recordarlas. La hermana de Amaia Montero, con el pelo por la cintura, sin haber tomado el sol en años, vestido animal print que le quedaba estrecho y sandalias que le acortaban la pierna. La propia Amaia, con unos pantalones de estampado tribal de colorines, chaqueta de ante con cremallera diagonal y un collar de plumas descoloridas, Marta Robles con pitillos y botas fucsia fosforescentes que dañaban la vista. Olivia de Borbón con un vestido poco logrado que mezclaba animal print con colores flúor y Carla Royo-Vilanova en su estilo cursilón con un babydoll blanco y un collarcito tristón. Vamos, que lo fashion hubiera brillado por su ausencia de no ser por nuestra Naty (pág.43).

Además de la boda de portada, que en seguida comentamos, también hay otra boda, la de Raquel Revuelta. Vestido y tocado años veinte para una novia que siempre ha sido guapísima. Ni comparación el coche de caballos de Raquel al de Rosario Mohedano. Los caballos con adornos en rojo del coche que llevó a Raquel eran una alegría, por bonitos (pág. 94-95).
Increíble el estilazo conjunto de las mujeres que asistieron a la corrida de Brihuega. Mención especial para Núria Fernández-Tapias, Ana Boyer y su amiga (que superó en estilazo a Ana), y, cómo no, nuestra Naty Abascal.(pág. 110-111)
El horror de la corrida fue Mari Ángeles Grajal, que una cosa es seguir el estilo indio apache con algún detalle de flecos y otra es ser la madre de Pocahontas trasnochada. ¿Chaleco gigante de flecos con pañuelito al cuello y leggings animal print con botas? Por favor, ¡qué desaguisado! (pág. 111)

Un apartado especial para la boda de Rosario Mohedano, que nos ha deparado alguna que otra grata sorpresa estilística y algún desaguisado que otro, también:

El vestido de la novia estaba muy logrado. Líneas limpias, palabra de honor entallado con falda evasée acompañado de un cuerpo de encaje escote barco y manga francesa. Muy, muy elegante (pág. 47).
A la novia le falló un poco el peinado, las mechas demasiado anchas y demasiado naranjas y la raya en medio le hacía la cara más redonda. Tampoco el velo estuvo bien colocado. Demasiado arriba. Un poco más bajo hubiera sido más favorecedor (pág.48).
La sorpresa de la boda, sin duda, Rosa Benito, que viene a constatar que a una cierta edad, las mujeres estamos espectaculares si nos miramos bien lo que nos ponemos.  Con chaqueta en seda salvaje con cuello, manga francesa y colores champán y azul pastel combinados, y un traje con base azul pastel y forrada de encaje color champán, estaba impresionante. Todo de Julio Rey. Clutch champán y tocado discreto a juego. No nos han acabado de convencer los zapatos, demasiado Luis XVI para nuestro gusto, pero aún así, le damos un aplauso.
Lo menos acertado, la madre del novio. Es que cada vez que la analizamos encontramos un error tras otro (pág. 52). Una peineta demasiado grande que la hacía parecer un champiñón sobre un pelo lleno de mechas de dos dedos de ancho, un vestido de raso y encaje con volantes en gris con un cinturoncito que la “abotijaba” y con un escote complejo y mangas de encaje (a determinadas edades no es de recibo mostrar los brazos porque el músculo brilla por su ausencia)). Muy mal. Y lo peor, ¡con guantes negros de rejilla! ¿A quién se le ocurre? Ayyyyy…
Tampoco la hermana de Rocío Jurado se lució con su atuendo (pág. 52). El forro de su traje era más corto que la capa de encaje que lo cubría. Y encima se puso medias negras con zapatos peep toe grises, cuando el traje era chocolate y champagne. ¿No encontró otros zapatos más acertados. Otra vez, ayyyyyy…
La verdad es que Rocío Carrasco estaba muy favorecida (pág. 58). Iba quizás demasiado pintada con relación al resto de invitadas y el traje no tenemos claro si nos gustaba o no. Sí fue un acierto el recogido con ondas años veinte. Globalmente era de las mejores.
Inapropiadas del todo Nani Gaytán, con un corte en la falda muy poco apropiado para una boda religiosa;  Remedios Cervantes, con un vestido corto negro rematado con un enorme y horrible lazo color fucsia, y Marlene Mourreau, que no sabemos si iba vestida para una boda o para ir a la playa, pero que creyó que poniéndose una estola de piel ya había suficiente… (pág. 65 y 79)
María Teresa Campos acertó con el vestido, pero se equivocó con los complementos. El mantón de manila era precioso, pero ¿blanco? ¿Cómo la novia? Y encima se puso zapatos blancos y un bolso que quería ser blanco pero era crema. No la suspendemos esta vez, pero le recomendamos que  se esmere más la próxima vez. (pág. 71)
Un respiro nos han dado Pastora Soler y Tamara. Quizá no nos hubiéramos vestido como ellas, pero hay que reconocerles que sabían que iban a una boda mediática y se esmeraron con los estilismos. En colores fuertes, una en rojo y otra en verde, colores de moda ambos. (pág. 72)
El segundo traje de la novia, en cambio, no estuvo a la altura del primero. Parecía un salto de cama largo o un camisón (y encima feo, pág. 76-79). La hacía más oronda, el talle era demasiado alto, las mangas cursis e incómodas y el escote cuadrado no era nada favorecedor. Debió ponerse sólo el primero.