16 de agosto de 2011

LA OBSERVADORA: EL ¡HOLA! DE ESTA SEMANA, 17 DE AGOSTO

El ¡Hola! de esta semana dedica la portada a la Familia Real Española.  Como es política de TheVicBridgeWorld! no comentar sus estilismos, pues no tenemos nada que decir de la portada. Aunque el interior de la revista no tiene desperdicio: desde el reportaje de inicio de Gulnara Karimova hasta el reportaje final de Alejandra Rojas. Pasando por la gala Starlite a la que le dedicamos un apartado especial. Muchas cosas que comentar, así que allá va lo que hay que copiar y lo que no del ¡Hola! de esta semana:

Desconocíamos la existencia de Gulnara Karimova (lo sentimos, somos una panda de iletrados). Esta despampanante mujer publicita su colección de vestidos y complementos (Guli) y los de Roberto Cavalli en el primer reportaje del ¡Hola! El estilo excesivo de Cavalli se complementa muy bien con el suyo. Las joyas son excéntricas en  forma y enormes en cuanto a tamaño. Con una única pieza habría más que suficiente, pero ella se pone cuatro o cinco juntas y parece un árbol de navidad (pág. 7-17). Total, que las joyas no convencen, pero la casa nos encanta.
Mira que es mona Eva González y nos cae muy bien, pero su vestido-camiseta además de sentarle mal (le hace arrugas por todas partes), y de tener un color extraño (entre lavanda, azul y malva), es un “pingo” (o sea cutrecillo y sin estilo ninguno). Las sandalias de cuña en rosa y las gafas son un acierto y por eso no suspende, pero por los pelos (pág. 18-19).
¡Qué manía les ha entrado a algunas royals con el tornasolado! Empezó Matilde de Bélgica en la boda de Charlene y ahora la propia Charlene ha cometido el error de ponerse un palabra de honor con falda sirena en un rosa oscuro tornasolado que le pone un montón de años encima… Feísimo (pág. 20-25)
¿Quién ideó el horrendo estilismo de Ariadne Artiles para una de las fotos de la campaña de Swarovski? Un jersey calado negro con flecos, un mini-short denim con una vuelta en el camal, un clutch imposible por estrecho y alargado… Pero qué poca clase tiene ese outfit (y más para representar a una marca a la que se le supone el glamour y el brilli-brilli…). Un desastre (pág. 26).
Ayyyyyyyyyyy…¡Qué disgusto! Pasamos porque Laura Vecino no tiene estilo definido y se pone un bikini tremendo fucsia y turquesa (con la braga de rayas y el sujetador liso), de lo más feo. Pero que el hijo de nuestra Naty se pasee con esa pinta de chulo-piscina con un bañador amarillo que le queda estrecho, gafas de espejo y collarcitos étnicos es imperdonable (pág. 30-31). Los suspendemos a los dos y le pedimos perdón a nuestra Naty por ello, pero es que no podíamos hacer otra cosa…
¡Una ola para Paula Echevarría! Nos encanta esta chica. Con un caftán rosa palo con pedrería en gris, clutch en plata y sandalias de plataforma también en gris, está estupendísima. Hay que seguirla y copiarla, está claro (pág. 41).
Un aplauso también para Helen Lindes, con un outfit básico y sencillo pero a la última: vestido negro con escote en v de tirantes, sandalias de cuña negras, cinturón color chocolate y bolso a juego con flecos a lo indio (un must esta temporada). Informal, cómoda y chic. Perfecta (pág. 44).
No sabemos si nos gusta o no. El estilo casual de Paulina Rubio no es apto para cualquiera, pero hay que reconocer que ella lo lleva con total dignidad… (pág. 46). Maxi camiseta de rayas marineras, mini-shorts con los bolsillos al aire, chaleco blanco, gafas aviador,  Shopping bag naranja, sombrero fedora y sandalias negras con flecos. Raruno pero resultón (en ella, que se lo ponen otras y da miedo).
A ver: en pleno agosto y con una media de 35ºC, ¿alguien puede explicarnos que estilista iluminada ha hecho posar a Oscar Higares y a su familia sobre una manta peluda tipo piel de conejo sintética?  Por favor, da sofocón de calor sólo verlo…Arggggg… (pág. 104-105).
El estilo de Alejandra Rojas, posando en un reportaje dirigido por nuestra Naty con moda de la marca Maje,  no nos acaba de encajar. Alejandra tiene pinta de ser todo un carácter y una personalidad arrolladora y la verdad es que los diseños que viste (pág.117-121) son demasiado sobrios para alguien como ella. Tonos neutros y líneas puras que resultan sosos al lado de una cara con tanta fuerza como la de Alejandra.  

Especial gala Starlite
La gala organizada por Antonio Banderas y Eva Longoria incluyó a un nutrido grupo de famosos y famosetes que intentaron ponerse sus mejores galas. Algunos triunfaron. Otros no. Aquí os dejamos un resumen:

Marta Sánchez últimamente nos deja un poco frías. La idea era buena: vestido rojo pasión de escote en v y tirantes en lazada de Lorenzo Caprile. La cuestión es que el vestido era demasiado escotado para ella e ir enseñando pechuga no resulta excesivamente elegante. Con lo que admiramos su osadía al vestir, esta vez, sin embargo, no convence. Aún así, no la suspendemos (pág. 83-84).
Otra escotada, como es habitual en ella, fue Paz Vega. Pero al ser menos voluptuosa que Marta Sánchez, resultó más elegante. Correcto su vestido blanco de manga francesa también de escote en v con plisados en vertical (pág. 84).
A la que tenemos que suspender, sin dudarlo, es a Elena Tablada. Su vestido color chocolate era indescriptible e inenarrable. Un híbrido de escote asimétrico y escote halter, con una falda digna de ser llevada a clases de danza del vientre (con vuelos a tutiplén) y, como siempre, millares de pulserillas de millares de colores, collar, pendientes y unas terroríficas sandalias doradas. Sin perdón (pág. 89). Suspendida.
Otra suspendida es Irene Meritxell, la novia de Imanol Arias, con un extrañísimo vestido rojo sangre con drapeado lateral y con ¡plumas cosidas en la costura! Y con otro plumón negro y verde pegado en la falda. Terrible (pág. 84).
En cambio, hay que aplaudir el estilazo de Eugenia Silva, que demuestra que no es necesario ir enseñando nada para llamar la atención allá donde vas. Con un vestido blanco cuello caja sin mangas con una costura central con drapeado y la melena suelta y ondulada, estaba perfecta. Nos encanta (pág. 85).
Ideal, hay que reconocerlo, Patricia Rato, con un asimétrico entre rosa y coral de Angel Schlesser. El recogido en coleta era juvenil y el clutch con bordados multicolores era una verdadera preciosidad (pág. 86). Cuando deja el estilo cursilón de lado, esta chica triunfa.
El de Paloma Cuevas fue uno de los fracasos más tontos que te pueden suceder. Llevar un precioso vestido fourreau completamente bordado en plata (de Rosa Clará) y estropearlo con unos complementos inadecuados y un peinado inapropiado, es un despropósito. Se puso un clutch pobretón azul bebé y un chal blanco hielo que no ayudaba a lucir el vestido. Y el pelo suelto tapaba el vestido, que hubiera lucido el doble acompañado con un recogido sencillo e informal. No suspendemos el vestido de Rosa Clará (que es de sobresaliente). Suspendemos a Paloma por estropear el vestido con un dudoso gusto (pág. 86).
Una grata sorpresa. No suele prodigarse mucho y jamás aparece en las listas de las más elegantes, pero esta vez estuvo de lo más acertada. Hablamos de Paula Vázquez, con un vestido asimétrico de corte helénico, moño trenzado muy ad-hoc, clutch en plata y complementos de líneas sencillas también en plata. Un diez (pág. 88).
Y dos horrores de la noche: Yvonne Reyes y Remedios Cervantes. Ambas demuestran que los estampados florales son muy arriesgados y que parecer vestida con una cortina de cocina no favorece. Ambas con terroríficos vestidos cortados por el mismo patrón: estampados florales desdibujados, cortes laterales desde la cadera enseñando muslo y sandalias conjuntadas con escaso acierto. Hay que decir que era aún peor el vestido de Yvonne que el de Remedios. Yvonne añadía transparencias y strass para rematar la faena. De llorar de la pena (pág. 89).

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