9 de mayo de 2011

VOY DE BODA: PROTOCOLO BÁSICO EN LA MESA

Te has puesto monísima para ir a la boda de tu mejor amiga. Como ella es así, ha decidido colocarte en una mesa de amigos del novio, a los que no conoces pero que son requetepijos y tu misión es que se sientan hiperintegrados. Y hacer que tu amiga quede fenomenal.
Ya has revisado a tu pareja de arriba abajo y le has dicho que como se quite la chaqueta lo va a pagar caro y que su vida va en ello. Le has prohibido hablar de política y de religión para evitar discusiones acaloradas y que la mesa acabe a tortazo limpio. Te has fijado en los nombres de los cartelitos y ya sabes cómo se llaman todos los requetepijos. Y ya llevas integrada de serie tu mejor sonrisa de anuncio.
Y cuando crees que todo va bien, uno de los requetepijos, el que se sienta a tu lado, con un tono de lo más agradable te dice: “Disculpa, pero creo que te estás comiendo mi pan” ¡Y tú te quieres morir! Y como tienes la boca llena de migas, no puedes evitar que tu chico le diga “Tranquilo, hombre, ya te doy yo el mío”. Todo vuestro glamour al carajo… Si es que para no meter la pata en una mesa protocolaria hay que hacer una tesis doctoral…

En fin, para que esta situación, u otras situaciones parecidas, no se te presenten, hemos decidido hacer una lista con algunas normas básicas de protocolo en las mesas de una boda. Ya sabemos que muchos no las necesitais pero, después de la última boda a la que asistimos, parece que hay algunos a los que les vendrán bien... Aquí os las dejamos junto con un plano básico de la mesa (por si puede servirle a alguien):

  • El cartelito con tu nombre:
Normalmente, en cada mesa hay cartelitos que indican dónde tienes que sentarte. Si están puestos, es por algo, evita cambiarte de sitio, los novios han trabajado mucho para unir en las mesas a gente dispar y que salga bien. Protocolariamente, hombres y mujeres se sientan alternos. Saltarse la norma y hacer un sector femenino y otro masculino en una mesa, hace que las conversaciones sean más aburridas y que la gente se integre peor.

  • El plato del pan: Está a tu izquierda.

Siempre. Y si el de al lado se come tu pan, no se lo digas. Es grosero recordarle a alguien que ha metido la pata. El pan se corta con las manos y no se pincha con el tenedor para mojar la salsita. Eso es una cursilada.



  • El platito desconocido (y vacío):
En caso de que al lado del pan haya un platito pequeñito, de loza o de vidrio, no se te ocurra encenderte un cigarrito y apagar allí la colilla si estás en una mesa al aire libre. Es un plato de cata de aceite o un plato de mantequilla.

  • Las copas:

Se usan de izquierda a derecha. Primero la de agua, luego la de tinto, luego la de blanco y luego la de champagne. Normalmente, puedes pedir agua al camarero tantas veces quieras, pero si en el postre se te ocurre volver a pedir tinto, pondrás en un apuro al camarero. La logística de cocina hace que se retire el tinto en cuanto se ha acabado el plato de carne.

  • ¿Cuándo empiezo a comer?:
Da igual que el aperitivo haya sido escaso y que tengas tanta hambre que te comerías un toro de lidia. En el primer plato, espera a que todos estén servidos para empezar a comer. En los platos siguientes, que normalmente son calientes, no se espera a los demás.



  • Los cubiertos:

Se usan de fuera hacia dentro. Es una cuestión lógica y que resulta fácil. A medida que te lleguen los platos, elige el tenedor y el cuchillo que te queden más cerca, los que están fuera. Si tienes cubiertos complejos, como por ejemplo tenacillas para langosta o para caracoles y no los sabes utilizar, mejor ni los toques y que no comas esos platos. El riesgo de dejar un trozo de langosta en el plato del de enfrente es elevado y el ridículo que puedes hacer, notable. Los cubiertos, una vez utilizados se dejan el plato, como si fueran las manecillas de un reloj marcando las cuatro y veinte o las cinco y veinticinco. No se dejan caer a su aire porque el pobre camarero no tiene porque recolocártelos. Y mucho menos se dejan los cubiertos sucios en el mantel.

  • Sin libertad de movimientos:
Mientras estás comiendo, evita accionar con los cubiertos. No sería difícil que, con un trozo de solomillo pinchado en el tenedor y en plena conversación interesante, acciones con más fuerza de la habitual y el trocito de solomillo caiga en la falda de la invitada de la mesa de detrás. ¿Y qué harás entonces? ¿Ir a recogerlo?

  • La servilleta:
Al final de la cena, no se dobla primorosamente porque está sucia y tú no doblas la ropa sucia al meterla en la lavadora, ¿no? Pues eso. La servilleta se deja caer al lado izquierdo en la mesa y en paz, caiga como caiga. ¡Ah! Y la servilleta no se usa de banderola al paso de los novios (y menos si está sucia) porque es una cochinada.

  • Las cucharillas de café:
Si te pides un cortado y te traen uno de esos llenos de espumita, tipo cappuccino, y al revolver el azúcar la cucharilla se llena de espumita, recuerda que las cucharitas de café no se chupetean ni se lamen. La dejas en el platito lamentando haberte quedado sin un tercio de espumita y ya está.

Y para finalizar, la norma más básica de todas: prudencia. Si no sabes, calla, observa y aprende. Mira qué hacen los demás y sigue la misma línea. No desentonarás.
 


5 comentarios:

  1. pero que currao!!!aunque ya lo sabia que te lo currabas tanto eso si a ponerlo en practica muy prontico....jejeje

    besos

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  2. Muy buenos recordatorios, la mayoría básicos (y fisnos hasta la tontería) pero que inevitablemente debes de emplear para no quedar como un ser ignorante y maleducado. Grande también la entrada, muy bien contextualizada.

    Un saludo

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  3. Gracias Alicia. ¡Es que el tema da para mucho! (preveo una continuación en breve...)

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  4. Tienes toda la razón anónimo/a. Hay determinadas normas protocolarias que son verdaderas chorradas (¡pero hay que seguirlas!)Me alegro de que te haya gustado el post. ¡Gracias por leerlo!

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  5. Me alegro de que os haya gustado, Alicia y Anónimo. ¡Gracias! Queda pendiente un post sobre las normas básicas en una boda con cátering en el que no hay mesas, que también tienen lo suyo...Espero que también os guste.

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